Luego de jugar por última vez en Acapulco, el tenista español David Ferrer aseguró que los últimos momentos de su carrera los vive con la conciencia tranquila, pues su entrega en la cancha ha sido total y espera que sea un ejemplo para los jóvenes.
“No sé si ahora mismo pueda ser un ejemplo a seguir para los jóvenes, no he sido perfecto nunca, soy imperfecto como todo el mundo, he ido evolucionando, me alegra dejar huella en ese sentido, ser un ejemplo para los jóvenes, me voy con la conciencia tranquila, pues he hecho lo que he podido”, dijo.
Con 19 años como profesional, Ferrer decidió poner punto final este año a su carrera y eligió algunos torneos en su gira del adiós, el Abierto Mexicano de Tenis, el cual ganó por cuatro ocasiones, el último fuera de su país y donde se despidió el miércoles tras caer con el alemán Alexander Zverev.
“De lo que más orgulloso me siento es de lo querido y el respeto que tengo por mis amigos y compañeros del tenis, mi familia adoptiva, me voy con ese gran recuerdo”, afirmó el tenista, quien agregó que le gustaría ser recordado como “una buena persona que en el tenis dio lo máximo y luchó hasta la última pelota”.
Añadió que una de las cosas más importantes en el mundo de este deporte es tener respeto por el oponente y aprender de los errores y de las derrotas, un consejo que le dio a las futuras estrellas pues esa será la única manera de mejorar.
“Al final lo más importante en el mundo del tenis es que tengas respeto al rival, cuando pierdes hay que levantarse, seguir y volver a intentarlo. Hay momentos buenos y peores, pero al final hay que saber aceptarlos, cada joven debe hacer su camino y aprender de los errores, es la única manera de aprender”.
Luego de recibir un reconocimiento y emotivo homenaje en Acapulco, lugar donde se coronó cuatro ocasiones y en el que jugó por última vez, agradeció lo vivido en cada visita y la amistad que generó con diversas personas, como Raúl Zurutuza, director del torneo.
Tras señalar que en 2015 quizá vivió su mejor momento en el destino turístico tras coronarse en pista rápida ante el japonés Kei Nishikori, recalcó que el certamen mexicano siempre lo llevará en su corazón.
“Para mí Acapulco es algo que siempre llevo en el corazón, no tengo palabras para expresarlo que a tantos kilómetros de casa me sienta tan querido, es un sentimiento, jamás le podré explicar a mi hijo lo que puedo sentir, Acapulco forma parte de mí”.
Y aunque ya no será para derrochar talento y entrega en la cancha, Ferrer espera volver como aficionado o invitado, “me han tratado como si estuviera en casa o fuera de la familia, el público me quiere por la huella que he dejado y es muy especial”.
DJOR