La calificadora internacional S&P Global Ratings confirmó hoy las calificaciones soberanas en moneda extranjera de largo y corto plazo en escala global de ‘BBB+‘ y ‘A-2‘ de México.
Asimismo, confirmó la calificación soberana en moneda local de largo y corto plazo de ‘A-‘ y ‘A-2‘, respectivamente de México y revisó la perspectiva de las calificaciones de largo plazo en escala global de estable a negativa.
Esta perspectiva refleja que existe una probabilidad de al menos una en tres de que baje las calificaciones del soberano durante el siguiente año, dio a conocer S&P en un reporte emitido este viernes.
Sin embargo, la calificadora de riesgo crediticio expresó su confianza en que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador implemente políticas económicas pragmáticas que balanceen las prioridades sociales con la necesidad de mantener estabilidad macroeconómica.
Resaltó que la conducción de una política económica efectiva que mantenga déficits fiscales moderados, aliente la inversión y aumente la confianza de los inversionistas, fortalecería el panorama de crecimiento del PIB y contribuiría a mantener finanzas públicas estables.
Esto, aunado a una contención de los potenciales pasivos contingentes de Pemex, podría evitar la erosión del perfil financiero del soberano y con ello, se podría regresar la perspectiva a estable durante el siguiente año bajo este escenario.
En su reporte, S&P detalló que el cambio de perspectiva de estable a negativa refleja el riesgo de que un reciente cambio en políticas públicas dirigido a reducir la participación de la iniciativa privada en el sector energético.
Lo que aunado a otros eventos que han afectado la confianza de los inversionistas, “podría aumentar los pasivos contingentes del soberano y disminuir el crecimiento económico”.
“El consecuente debilitamiento del perfil financiero del soberano podría llevarnos a bajar las calificaciones”, señaló la calificadora de riesgo crediticio.
Resaltó que la nueva estrategia para el sector energético coloca una carga financiera adicional sobre Pemex, la cual tiene un legado de débil desempeño operativo y financiero, además de afrontar limitaciones en sus capacidades técnicas.
Pemex, dijo, continúa presentando una carga fiscal elevada, incluso a pesar de un reciente cambio en su esquema tributario que mejora modestamente su flujo de efectivo.
Señaló que ante la probabilidad “casi cierta” de respaldo extraordinario del gobierno mexicano a la empresa productiva del Estado, “igualamos la calificación de Pemex con la del soberano”.
Para S&P, existe un riesgo de que la menor inversión del sector privado genere menores previsiones de crecimiento económico, lo que debilitaría la resiliencia económica del país.
Ello, a su vez, podría contribuir a un deterioro fiscal y a generar incertidumbre en el mercado financiero, “lo que empeoraría el perfil financiero del soberano y nos llevaría a bajar la calificación”, expresó.
jhs