TORONTO. La ministra canadiense del Tesoro, Jane Philpott, renunció hoy a su cargo debido a una “pérdida de confianza” por el manejo del gobierno del primer ministro Justin Tradeau al caso de presunta corrupción que involucra a la empresa SNC-Lavalin, la mayor firma de ingeniería del país.
Philpott, considerada una de las ministras más confiables de Trudeau, dijo en un documento escrito que está obligada a cumplir “con mis valores fundamentales, mis responsabilidades éticas y mis obligaciones constitucionales” ante el caso de la firma constructora, que socava al gobierno de Trudeau.
“Puede haber un costo por actuar de acuerdo con los principios de uno, pero hay un costo mayor por abandonarlos”, expuso Philpott, cuya labor en el gabinete fue elogiada más tarde por Trudeau, según la cadena canadiense CBC.
Philpott dijo que ha estado considerando los eventos que han sacudido al gobierno federal en las últimas semanas y, después de una “seria reflexión”, concluyó que debía renunciar.
Añadió que la convención constitucional de solidaridad del gabinete implica que se espera que los ministros defiendan todas las decisiones del gobierno y sus ministros, por lo cual, “dada esta convención y las circunstancias actuales, es insostenible para mí continuar sirviendo como ministra de gabinete”, escribió.
“Desafortunadamente, la evidencia de los esfuerzos de políticos y/o funcionarios para presionar a la exfiscal general en su intervención ante el caso criminal que involucra a SNC-Lavalin, y la evidencia sobre el contenido de esos esfuerzos, han generado serias preocupaciones para mí”, apuntó.
Esas preocupaciones aumentaron, añadió, “por las opiniones expresadas por mis electores y otros canadienses”.
De acuerdo con una encuesta, Trudeau tiene el apoyo de los 33 miembros restantes del gabinete, pero la partida de Philpott lo deja sin una de sus mejores colaboradoras.
Philpott es cercana a Jody Wilson-Raybould, exministra de justicia y fiscal general, protagonista del escándalo SNC-Lavalin, luego de testificar ante un comité de la Cámara de los Comunes la semana pasada que 11 funcionarios, algunos de la Oficina del Primer Ministro, la presionaron para cerrar el proceso.
La firma global de ingeniería y construcción, con sede en Quebec, está acusada por cargos de soborno relacionados con contratos en Libia, y enfrentaría una prohibición de 10 años en los contratos federales si es declarada culpable.
Philpott dijo que los principios que mantienen un sistema de justicia independiente están en juego en el asunto SNC-Lavalin, y que un fiscal general no debe ser sometido a presiones políticas o injerencias en relación con el ejercicio de la discreción fiscal en casos penales.
“En una democracia como la nuestra, y en un espacio donde valoramos nuestra diversidad tan fuertemente, se nos permite tener desacuerdos y debates”, dijo. “Incluso lo alentamos”, añadió Trudeau en un mitin sobre cambio climático con liberales esta noche.
Dijo que el asunto SNC-Lavalin ha provocado un gran escrutinio y discusión sobre las instituciones democráticas y sobre cómo se comporta el personal.
“Las preocupaciones de esta naturaleza deben tomarse muy en serio, y puedo asegurarles que lo soy”, dijo.
Trudeau dijo que escuchará el testimonio del comité de justicia y espera que surja más información y opiniones. Mientras tanto, alentó a las personas a centrarse en el “panorama general” de los problemas que enfrenta Canadá.
JMSJ