Foto: Reuters/ Archivo Existe un alto grado de “impunidad de la violencia sexual y anticuadas leyes sobre la violación que no cumplen las normas internacionales”, manifestó Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional  

La reputación de Dinamarca en materia de igualdad de género enmascara una sociedad que tiene uno de los índices de violación más altos de Europa, legislación deficiente, mitos perjudiciales y estereotipos de género, afirmó Amnistía Internacional (AI).

 

En un informe publicado este martes indicó que “las mujeres y las niñas están desprotegidas, debido a leyes peligrosas y desfasadas, y a menudo no denuncian las agresiones por temor a que no las crean o a sufrir estigma social o por falta de confianza en el sistema de justicia”.

 

Titulado “¡Queremos respeto y justicia! Superar los obstáculos de las supervivientes de violación a la justicia en Dinamarca”, AI apuntó que a pesar de la imagen de Dinamarca como país con igualdad de género, la realidad es muy distinta.

 

Existe un alto grado de “impunidad de la violencia sexual y anticuadas leyes sobre la violación que no cumplen las normas internacionales”, manifestó Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional.

 

“Lo cierto es que el sexo sin consentimiento es violación. No reconocerlo así en la ley deja a las mujeres expuestas a sufrir violencia sexual y fomenta una peligrosa cultura de culpabilización de la víctima e impunidad, que se ve reforzada por mitos y estereotipos muy extendidos en la sociedad danesa, desde el terreno de juego hasta el vestuario, y desde la comisaría de policía hasta al banquillo de los testigos”, anotó.

 

Consideró que a pesar de las recientes medidas adoptadas por el gobierno, en Dinamarca se denuncian menos violaciones de las que suceden, e incluso cuando las mujeres acuden a la policía, la probabilidad de procesamiento y condena de los responsables es baja.

 

El reporte destacó que las mujeres que sufrieron violación o intento de violación en 2017 fueron 5 mil 100, según datos del Ministerio de Justicia, y 24 mil según un estudio reciente, pero sólo 890 lo denunciaron ante la policía. De esas denuncias, 535 dieron lugar a procesamiento, y 94 se resolvieron con sentencia condenatoria.

 

“La existencia de prejuicios profundamente arraigados en el sistema de justicia es una de las razones del bajo índice de condenas. La desconfianza en el sistema y el miedo a no ser creídas o a ser culpadas son también factores causantes de que se denuncien menos casos de los que realmente se producen”, señaló AI.

 

Según el Convenio de Estambul, ratificado por Dinamarca el 2014, la violación y todos los demás actos de naturaleza sexual no consentidos deben ser clasificados como delitos.

 

Sin embargo, la legislación danesa no se basa aún en la falta de consentimiento para definir la violación. En lugar de ello utiliza una definición basada en si hubo violencia física, amenazas o coacción y en si se puede determinar que la víctima no pudo resistirse.

 

Aunque reformar las leyes actuales sobre la violación sería un paso esencial para cambiar las actitudes y conseguir justicia, hay que hacer aún mucho más para generar un cambio social e institucional, destacó.

 

“Las autoridades deben tomar medidas legales para garantizar que los mitos sobre la violación y los estereotipos de género son cuestionados en todos los niveles de la sociedad y que los profesionales que trabajan con supervivientes de violación reciben formación adecuada y continua” refirió.

 

DJOR