El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo el jueves que cometió errores en el manejo de una crisis política que podría complicar sus opciones de lograr la reelección en octubre, pero insistió en que no ocurrió nada ilegal.
Las declaraciones de Trudeau fueron realizadas en una rueda de prensa en la que abordó las acusaciones de la ex ministra de Justicia Jody Wilson-Raybould sobre presiones inapropiadas por parte de funcionarios para intentar que la constructora SNC-Lavalin Group Inc se librara de un juicio criminal.
“Echando la vista atrás en las últimas semanas, debemos aprender muchas lecciones y hay muchas cosas que nos hubiera gustado hacer de manera diferente”, indicó Trudeau.
“Puedo repetir y reasegurar a los canadienses que no hubo una ruptura de nuestros sistemas, de nuestro Estado de Derecho, de la integridad de nuestras instituciones”, comentó.
Hasta la fecha, la crisis ha provocado la dimisión de dos destacados ministros del gabinete liberal, además de la de Gerald Butts, el asesor político más cercano a Trudeau.
El miércoles, Butts negó haber presionado de manera inapropiada a Wilson-Raybould para ofrecer un acuerdo a SNC-Lavalin y evitar un juicio criminal.
Trudeau hizo eco de estos comentarios el jueves, asegurando que “no hubo nunca una presión inapropiada”.
DJOR