Luego de seis años de servicio, Capo, el perro detector de drogas se jubila del servicio en la policía de Ecatepec luego de recorrer escuelas públicas y con su olfato detectar en las mochilas de alumnos de secundaria y preparatoria, posibles substancias prohibidas.
El perro de la raza pastor belga se desempeña desde hace seis años como elemento de la Unidad Canina de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito de Ecatepec y es uno de sus integrantes más destacados.
Sus manejadores afirman que es un perro normal, pero se convierte en perro policía tan pronto le ponen la casaca de la corporación, que deberá colgar definitivamente en el corto plazo, debido a que cumplió la edad máxima para este tipo de labores.
El animal, de 11 años de edad, posee gran agudeza y vocación en la detección de enervantes, lo que realiza en escuelas públicas de la localidad, en los programas federal “Mochila Segura” y su similar municipal “Mochila Amiga” que se llevan a cabo. También participa en las calles en operativos a bordo del transporte público, en parques y plazas.
“Esta tarea, la detección de enervantes, es para la que fue entrenado y en la que se ha enfocado incluso como maestro. Es perro de obediencia básica con temperamento noble, que ha apoyado en la formación de nuevos elementos como Rigoberto y Poli”, relató Jorge Alberto Cruz Luna, jefe de la Unidad Canina y Policía Montada de Ecatepec.
Recordó que desde la llegada de Capo al municipio, en el año 2013, su trayectoria abarca la detección de enervantes en escuelas secundarias, bachilleratos y universidades. Incluso directivos de algunos planteles quisieron brindarle una despedida, por todo el apoyo que ha brindado en la formación de los jóvenes ecatepenses.
Capo tendrá que dejar la casaca de policía, debido a que su edad le impide continuar sus labores como efectivo de seguridad. Será en los próximos meses, una vez que sea aprobada su jubilación, cuando el binomio será puesto en adopción con el apoyo de la asociación Pro-Animal.
“Una vez que Capo esté totalmente retirado, se le llevará a los médicos veterinarios para que sea esterilizado, además de que tendrá que pasar por diversos estudios que dictarán cuál es el entorno adecuado para que el can viva más cómodo. Obviamente se analiza y monitorea a los grupos de familias que quieran adoptar a un elemento canino retirado”, aclaró Cruz Luna.
Para el jefe de la Unidad Canina y la manejadora del animal, Evelia González Rodríguez, Capo dejó huella en la institución, aunque “la salida de uno es la inminente llegada de otro y Rigoberto está preparado, es el segundo mejor perro en la búsqueda de enervantes de Ecatepec”, coincidieron.
DAMG