La nueva refinería que el gobierno de México planea construir como parte de un plan para reducir las crecientes importaciones de gasolinas tendrá un costo de entre 6,000 y 8,000 millones de dólares y estará lista en tres años, ratificó la secretaria de Energía, Rocío Nahle.
La funcionaria defendió el proyecto de la nueva planta, diseñada para procesar crudo pesado de 22 grados API, en momentos en que la petrolera estatal Pemex está bajo la lupa de las calificadoras de riesgo que han advertido que podrían bajar en el futuro la nota de la endeudada estatal.
Nahle dijo en una entrevista radiofónica que han recibido propuestas de países de “todo el mundo” para la refinería, la séptima de Pemex, que estará ubicada en el estado Tabasco y que en poco tiempo habrá anuncios sobre el proceso de licitación para levantarla.
Pemex dijo recientemente que la construcción iniciará a fines del año, pese a las críticas de que el proyecto es costoso y las recomendaciones de que la petrolera debería concentrarse más en las actividades de exploración y extracción para frenar la caída de la producción de hidrocarburos.
La petrolera apenas está procesando alrededor de 30% de la capacidad total de su sistema nacional de refinación, lo que ha llevado al país a incrementar en los últimos años sus importaciones de derivados.
En México la última construcción de una refinería fue la de Salina Cruz en 1977, es decir, dos años antes de que arrancara la explotación de Cantarell, que diera una producción de petróleo elevada y de la cual dependiera por muchos años las finanzas públicas del país.
Fue hasta 1998, cuando la refinería de Salina Cruz comenzó a obtener más crudo pesado, aunque su infraestructura estaba diseñada para petróleo ligero.
Hay que recordar que entre más crudo ligero se tenga, más litros de gasolina se pueden obtener y con ello depender menos de una importación del hidrocarburo.
Desabasto ocurrió por el cierre de ductos
La funcionaria hizo un balance de los primeros 100 días del Gobierno, en donde admitió que el desabasto de gasolina presentado durante los primeros días de enero, se debió al cierre de ductos, aunque defendió que esta política sirvió para combatir el delito de robo de combustible y fue bien recibida por los consumidores mexicanos, a pesar de las molestias que les provocó.
Agregó que la medida de trasladar el combustible por tierra alentó su distribución, lo cual provocó el desabasto de gasolina.
En los primeros días de enero, en 11 Estados del país, se padeció de un desabasto de gasolina, que causó caos para los consumidores, quienes se vieron obligados a hacer largas filas en espera del combustible. Pese a ello, el nivel de popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador no se vio afectado.
A tomar en cuenta
Posibles frenos para Dos Bocas en Tabasco
A pesar de que la Secretaría de Energía pretende tener lista la refinería de Dos Bocas en los próximos tres años, algunos obstáculos en el terreno de Tabasco podrían frenar estas intenciones, además de que previamente expertos ya han alertado que la meta de construcción no podrá ser alcanzada en el tiempo previsto por el Gobierno.
Una de las exigencias para que este tipo de infraestructura pueda funcionar, es tener alrededor carreteras modernas y líneas férreas viables. Además, de que podría faltar infraestructura de redes y de los puntos de entrada para buques de gran calado.
Organismos especializados como la consultora Wood Mackenzie, han advertido previamente que para un funcionamiento adecuado de la nueva refinería, se necesitarían al menos cinco o seis años, es decir, el doble de tiempo que prevé el Gobierno.
Tan sólo refirió que el periodo de licitación podría tardar hasta 18 meses en concluir, más el tiempo que pase de construcción y al menos tener las licencias listas para comenzar a construir la obra.
LEG