Sin definir al equipo más grande de México, se enfrentaron América y Guadalajara por un boleto en las semifinales de la Copa. Llegó la cita en el Azteca, y ambos equipos saltaron a la cancha en punto de las 20:55 horas en medio de una gran entrada en la noche capitalina.
El encuentro arrancó con gran intensidad, aunque era el local el que mostraba llegadas con cierto peligro, aunque nada que pusiera en alerta al guardameta rojiblanco, Miguel Jiménez.
Guido Rodríguez y Renato Ibarra se asociaban en busca de Nico Castillo, pero no le llegaban balones con intención.
Después de 20 minutos sobre el terreno de juego, el duelo bajó un tanto la intensidad, y comenzó el estudio táctico por parte ambos estrategas, sin un claro dominador y que encontrara claridad al frente.
Al 33′, el Guadalajara despertó de varios minutos de letargo, y Dieter Villalpando se vistió de crack al quitarse dos hombres, pero si remate fue desviado Bruno Valdéz cuando el esférico ya llevaba dirección de gol.
Instantes posteriores, los azulcremas armaron un ataque por una de las bandas, y el centro llegó al área grande, para que el remate con la testa pegara en la mano de un zaguero, y de inmediato todos los miembros del América pidieron la revisión del VAR, sin embargo, el silbante no lo concedió, y se quedaron con las ganas de cobrar la pena máxima.
El Guadalajara salió con un equipo alternativo, pero los jóvenes entendieron la importancia de un Clásico nacional, y metieron mucha intensidad, pero les falta ideas a la ofensiva.
Se terminaron los primeros 45 minutos, y los jugadores dirigidos por Herrera se fueron encima de Chacón para reclamarle varias marcaciones.
El tanto americanista llegó por medio de Bruno Valdéz, quien aprovechó una mala salida del portero, y empujó el balón al fondo de las redes. Con la obligación de buscar el empate, el América encontró huecos en la zaga tapatía, y Benedetti marcó el segundo para la causa local, y se antoja cercana una final de Copa entre América y Pumas, pues ambos se mantienen con vida en el torneo.
LEG