Foto: Reuters Arabia Saudita se rehusó hoy que se lleve a cabo una investigación internacional sobre el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi, argumentando que ya ha llevado ante la justicia a los acusados y que el caso es un asunto interno  

Ginebra.- Arabia Saudita se rehusó hoy que se lleve a cabo una investigación internacional sobre el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi, argumentando que ya ha llevado ante la justicia a los acusados y que el caso es un asunto interno.

 

El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Arabia Saudita, doctor Bandar al-Aiban, respondió este jueves al llamado que la semana pasado hicieron más de 30 países para una investigación dirigida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el caso Khashoggi.

 

En su llamado, las naciones pidieron también la cooperación del gobierno saudita en la pesquisa que buscaría esclarecer el asesinato perpetrado por un comando especial en el interior del consulado del reino en la ciudad turca de Estambul, el pasado 2 de octubre.

 

Sin embargo, el funcionario saudita declaró este jueves ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH) que su país busca justicia por el asesinato del periodista, pero que una investigación internacional es una “interferencia en sus asuntos internos”.

 

Aseguró que 11 sauditas fueron acusados y enviados a juicio por el “crimen atroz” y el “desafortunado accidente”, y refirió que los fiscales del país solicitaron la pena de muerte para cinco ellos, pero no dio los nombres de los enjuiciados ni detalles de los procesos.

 

“La justicia en el reino de Arabia Saudita opera de conformidad con el derecho internacional y lo hace con transparencia”, sostuvo el doctor al-Aiban en el foro del CDH en Ginebra, y enfatizó que Riad no aceptaría lo que insistió en calificar como “una interferencia en sus asuntos internos y en su sistema judicial”.

 

Debido a que Khashoggi fue un fuerte crítico de la corona saudita, algunos gobiernos occidentales han acusado al príncipe heredero Mohammed bin Salman de estar implicado en el asesinato del columnista del periódico The Washington Post. Sin embargo, Riad ha negado cualquier participación del hijo del rey.

 

Tras la muerte de Khashogi, Arabia Saudita primero negó tener conocimiento de lo ocurrido; más tarde confirmó el hecho y lo atribuyó a un comando de agentes sauditas “deshonestos”, por lo que para acallar las críticas se sumó a la investigación de Turquía y después enjuició a los presuntos responsables.

 

A pesar de semanas de investigaciones y de filtraciones de presuntos detalles del caso, hasta ahora se desconoce el destino del cuerpo del periodista.

 

 

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