Como se tenía previsto -aunque por un margen muy estrecho- el Parlamento británico rechazó ayer que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE) sin acuerdo y sin un marco que norme las relaciones futuras con la eurocomunidad.
La enmienda fue aprobada por 312 parlamentarios contra 308, una diferencia de cuatro votos.
Además, fue votada la propuesta de la primera ministra, Theresa May, que rechaza una salida sin acuerdo el 29 de marzo, con 321 votos contra 278.
Los legisladores conservadores del partido de May fueron dejados en libertad de votar como mejor les dictara su conciencia, indicó la propia jefa de Gobierno, sin embargo, un buen número de ministros conservadores se abstuvieron de sufragar.
La sesión de ayer precedió al rechazo -por segunda ocasión- del acuerdo con la Unión Europea (UE) negociado por May, por una diferencia de 149 sufragios.
Hoy, la Cámara de los Comunes se prepara para su tercera jornada consecutiva de votación; versará sobre solicitar o no a la UE una prórroga de la fecha de salida de la eurocomunidad (29 de marzo).
El líder laborista, Jeremy Corbyn, tras la jornada de sufragios, señaló que buscar la ampliación del plazo de salida fijado en el artículo 50 del Tratado de la UE, donde se encuentran derechos y obligaciones de los países eurocomunitarios, es inevitable.
May anunció que habrá una moción para una breve extensión técnica del citado artículo, pero viable solo si hay una propuesta de acuerdo.
Advirtió que seguir negociando el Brexit o convocar a otro referéndum sobre la permanencia o salida de Reino Unido en la UE solo dañaría la confianza ciudadana.
Tras dos años y medio de negociaciones y dos intentos fallidos de aprobar un acuerdo de Brexit, aún no se ha decidido cómo, cuándo y de qué manera Gran Bretaña abandonará el grupo al que se unió en 1973.
A medida que la crisis de tres años por el Brexit avanza hacia su final, diplomáticos e inversionistas ven cuatro opciones principales: un retraso, aprobación del acuerdo de Theresa May a último minuto, una salida accidental sin acuerdo u otro referéndum.
“Mientras no haya un acuerdo para la salvaguarda irlandesa entre la Unión Europea y el Reino Unido sobre cómo se va a manejar la frontera con Irlanda del Norte, no anticipo ningún tipo de salida pactada”, estimó María Fernanda Vidal, investigadora de la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana.
Si el Reino Unido quiere postergar su salida, necesita el acuerdo de los otros 27 miembros de la Unión Europea.
Prevén se aplace fecha fatal
Por Luis Fernando Reyes
Luego de la cerrada votación de ayer en el Parlamento, en la que se rechazó la salida del Reino Unido de la Unión Europea sin un acuerdo, se prevé que hoy se apueste por recorrer el plazo fijado para el próximo 29 de marzo.
“Si votan por no solicitar un retraso, implica una salida inmediata, para el 29 de marzo, que es lo que ya se rechazó; sería inconsistente que no se apoyara solicitarlo, aunque anticipo que la votación va a estar dividida”, advirtió la académica experta en geopolítica María Fernanda Vidal.
En la votación de ayer, el margen fue mínimo, una diferencia de sólo cuatro votos, lo que deja ver un claro desacuerdo dentro del Partido conservador con Theresa May, agrega.
“No necesariamente porque no estén de acuerdo per se con el pacto negociado con la Unión europea, sino que simplemnte no quieren ya formar parte de la Unión Europea, y no les importa lo que cueste”, señaló la académica de la Universidad Panamericana.
Tampoco es probable pensar en un segundo referéndum.
“Hablar de volver a votar es un panorama difícil, cuando la mayoría del Parlamento quiere salirse de la Unión Europea”, señaló Vidal.
LEG