Solo dos días al año, durante los equinoccios de primavera y otoño, es posible disfrutar de la misma cantidad de horas de luz que de oscuridad, y durante este evento, el Sol sale de manera exacta por el este para ocultarse justo al oeste.
A pesar de que en ambos equinoccios ocurren los mismos fenómenos astronómicos, el de primavera es el de mayor simbolismo, pues refiere a un equilibrio entre luz y sombra.
El astrónomo del Planetario Luis Enrique Erro, Wilder Chicana Nuncebay, recordó que dicho fenómeno tendrá lugar este 20 de marzo a las 15:58 horas.
“Es el momento en el cual el Sol cruza el ecuador de sur a norte en su movimiento aparente en el cielo”, señaló.
Agregó que únicamente en los días que marcan el inicio de la primavera y el otoño, es cuando el “astro rey” sale justamente por el este para ocultarse en el oeste.
Chicana Nuncebay detalló que mientras en el hemisferio norte se celebra la llegada de la primavera, en el cono sur reciben la entrada del otoño.
Horas después de la llegada de la primavera, hará su aparición en el cielo nocturno, la última de las tres súper lunas del 2019, evento que se caracteriza porque la Luna se encuentra en su fase llena y en su mínima distancia con la Tierra.
“No esperen ver una Luna enorme, el diámetro aparente crece más o menos un 10 por ciento y la luminosidad total puede llegar hasta un 15 por ciento”, señaló el astrónomo.
La Luna llena del 21 de marzo de 2019 será la primera de cuatro lunas llenas entre el equinoccio de primavera y el solsticio de junio. Evento relevante, pues la mayoría de las veces sólo alberga tres lunas en esta fase.
La última vez que se presentó una coincidencia de una súper Luna con el equinoccio de primavera fue en marzo de 2000, hace 19 años. Este evento ocurrirá hasta marzo de 2030.
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