Foto: Cuartoscuro / Archivo Los especialista de la Universidad de Stanford realizaron un estudio en Jordania, una de las naciones más pobres en agua del mundo  

Mediante sensores remotos, estadísticas y simulaciones por computadora, investigadores de la Universidad de Satanford analizaron los procesos hidrológicos en diferentes escenarios y advirtieron que las temperaturas globales ocasionarán largos periodos de sequía, inundaciones y, en casos extremos, escasez intensa de agua.

 

Los científicos destacaron su estudio al recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que en 2025, la mitad de la población mundial vivirá en áreas con estrés hídrico.

 

Explicaron que aunque la escasez de agua potable es la amenaza más inmediata para la salud humana, su impacto es de mayor alcance, ya que la disminución de los flujos en ríos y arroyos puede aumentar la concentración de contaminantes nocivos.

 

“Cuando las vías fluviales se secan, los animales pueden buscar agua para beber en lugares donde viven personas, lo que aumenta la probabilidad de contacto entre humanos con vida silvestre y cualquier insecto portador de enfermedades que albergan. La sequía también puede elevar el riesgo de incendios forestales y tormentas de polvo, que pueden provocar irritación de los pulmones y las vías respiratorias”, detallaron.

 

Comentaron que la seguridad alimentaria también puede verse afectada, porque cuando los suelos se secan y se compactan, existe mayor probabilidad de que la lluvia salga de la superficie y lleve contaminantes a los cultivos.

 

Como una forma de explorar el futuro riesgo de escasez de dicho recurso en un entorno complejo, los especialista de la Universidad de Stanford realizaron un estudio en Jordania, una de las naciones más pobres en agua del mundo.

 

El equipo analizó los datos recolectados a través de sensores remotos, encuestas gubernamentales y desarrolló simulaciones por computadora de procesos hidrológicos en diferentes escenarios.

 

Los resultados mostraron que, a menos que se produzcan reducciones significativas en las tasas globales de emisión de gases de efecto invernadero, la sequía se triplicará en 2100 y experimentará ese proceso de manera más frecuentes y con mayor gravedad.

 

 

jhs