París– El reforzamiento de la seguridad que aplicó el gobierno francés, con presencia militar para evitar la violencia en las calles de París, desalentó al movimiento de los “chalecos amarillos”, que marchó en silencio y con baja participación, con respecto al sábado pasado.
Luego de los disturbios del sábado 16 en el centro de París, las autoridades cerraron la víspera el paso a los Campos Elíseos, la Asamblea Nacional y los alrededores de la Plaza de la Estrella, en donde el movimiento social se ha concentrado en ocasiones anteriores, publicó el diario francés Le Monde.
Desde la madrugada se concentraron furgonetas, carros blindados y vehículos lanzaagua de la policía sobre los Campos Elísesos, con una segunda línea formada por elementos del Ejército, encargados del operativo “Sentinelle”, para resguardar los edificios que podrían ser blancos de ataques.
El dispositivo fue supervisado por el nuevo jefe de la policía local, Didier Lallement, quien señaló que la orden tajante era evitar el paso de los “chalecos amarillos” hacia los Campos Elíseos, punto central de los enfrentamientos desde que comenzó la movilización social hace cuatro meses.
Precisó que en el operativo de seguridad lo conforman seis mil miembros de la fuerza policial y del operativo militar “Sentinelle”.
Estas acciones desalentaron la movilización número 19 de los “chalecos amarillos”, quienes se dirigieron a la plaza Denfert-Rochereau, en una caminata que según el Ministerio del Interior, agrupó a unas tres mil 100 personas.
En su trayecto se escucharon consignas para exigir la renuncia del presidente Emmanuel Macron por sus políticas económicas y sociales, que no ha modificado a pesar de los resultados del Gran Debate Nacional que convocó en enero y terminó la semana pasada.
En la ciudad de Niza se reportaron incidentes en el transcurso de la mañana en la plaza Garibaldi, tomada por miembros de los “chalecos amarillos”, quienes se enfrentaron con policías antimotines que desalojaron la plaza y detuvieron a seis manifestantes.
fahl