Los mercados están concluyendo el primer trimestre del año entre un ambiente positivo y favorable en los mercados y un cierto pesimismo de una aceleración en el ritmo de la desaceleración mundial con posible contagio mayor al esperado hacia la economía de los Estados Unidos.

Los mercados se enfocaron a buscar “valor” en las inversiones una vez que la Fed modificó su lenguaje y actuación después de un par de años con la normalización de su política monetaria.

Se enfocaron por un lado a incrementar las posiciones con activos de mayor riesgo como las bolsas accionarias.

Aprovecharon la presión de alza de las curvas a finales de 2018 para tomar posición en diferentes plazos y tener ganancia por precio y rendimiento.
Se posicionaron un poco más en monedas emergentes, cuyas tasas de interés se encuentran con spreads atractivos contra bonos del Tesoro, bonos gubernamentales europeos o bonos japoneses.

El recorte en la producción diaria de crudo de países de la OPEP y Rusia, entre otros, generó movimientos de alza en las cotizaciones, recuperando una parte de la caída del último trimestre de 2018. El oro ha tenido una cierta “demanda” como instrumento de cobertura.

Hasta el momento se tienen temas pendientes:
a) Conflicto comercial Estados Unidos con China, Europa y Japón.

b) Desenlace final del Brexit y el riesgo sobre la economía de la región y su impacto al mundo.

c) Vencimientos de la deuda de Italia.

d) Al invertirse la curva de bonos del Tesoro, aumentan las posibilidades de que la Fed “baje” la tasa de interés hacia finales de 2019 o principios de 2020, pero su efecto sería negativo hacia una economía mundial y de los Estados Unidos con bajo crecimiento económico.

e) Temas geopolíticos como Venezuela, Israel, tensiones India-Pakistán, Turquía, entre otros.

En México estamos a la espera de conocer la información del Gobierno federal sobre el fortalecimiento financiero para Pemex y el análisis y seguimiento de las calificadoras crediticias.

También estamos a la espera de la ratificación del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá que ha tenido un impacto directo en la baja inversión privada de largo plazo.

Además, inversionistas aún tienen dudas sobre la política económica y social que el presidente Andrés Manuel López Obrador está implementando.

En México, el tipo de cambio se ha beneficiado con una apreciación de 2.7% en lo que va del año, el mercado accionario registra un rendimiento positivo directo de 2.9%, mientras que las tasas de interés en la curva de bonos gubernamentales han experimentado una caída promedio de 80 puntos base, mientras la tasa de referencia se ha mantenido sin cambio en 8.25% anual, a la espera de mañana de la decisión de política monetaria del Banxico que consideramos permanecerá sin cambio la tasa de referencia.

Sin duda, un buen trimestre para portafolios de inversión. Sólo hay que recordar que en 2018, hasta el mes de septiembre, el rendimiento de los portafolios de inversión eran positivos y en el último trimestre del año perdieron lo ganado y terminaron con rendimientos negativos en México y buena parte del mundo. ¿Veremos la misma película en 2019?