La primera ministra británica, Theresa May, podría anunciar el miércoles una fecha para dejar su cargo a cambio de lograr que se ratifique su plan para el Brexit, dos veces derrotado en el Parlamento, mientras la Cámara Baja busca un consenso entre una lista de opciones propuestas por los diputados.
Pese a que la crisis británica del Brexit de los últimos tres años se encuentra en la recta final, todavía no se sabe cómo, cuándo o incluso si abandonará la Unión Europea, aunque May confía en que su acuerdo con Bruselas se vuelva a votar esta semana.
En un contexto de frenética agitación en la política británica, los diputados han arrebatado al Gobierno el control del Brexit por un día, para realizar una serie de votaciones “indicativas” (no vinculantes) sobre la salida de la UE.
Entre las opciones propuestas, se encuentran unas relaciones más estrechas con la UE tras la descisión, un Brexit sin acuerdo o la revocación del proceso.
A falta de dos días para la fecha prevista inicialmente para la salida (el 29 de marzo), algunos de los euroescépticos rebeldes más influyentes que apoyan el Brexit, como Jacob Rees-Mogg, han aceptado a regañadientes apoyar el acuerdo de May.
Para May, el costo de este apoyo puede ser su cargo.
La mandataria podría anunciar la fecha de su partida en un encuentro con diputados del Partido Conservador durante una reunión de la Comisión 1922 en Westminster, alrededor de las 17:00 GMT.
Antes, los diputados debatirán qué tipo de divorcio con la UE debería elegir la quinta economía más grande del mundo. Votarán a las 19:00 GMT en una papeleta que contendrá tantas propuestas como deseen. Los resultados serán anunciados después de las 21:00 GMT.
“La primera ministra podría obtener un acuerdo el jueves o el viernes”, dijo Oliver Letwin, ex ministro conservador que lideró la maniobra -poco habitual- para darle el poder al Parlamento. “Si lo logra, nadie sería más feliz que yo”.
“Sin embargo, si eso no sucede y llegamos al lunes, y una o más proposiciones obtienen un respaldo mayoritario en la Cámara de los Comunes, entonces tendremos que trabajar con el Gobierno para que las implemente”.
La incertidumbre en torno a Brexit, el cambio político y económico más importante del RU desde la Segunda Guerra Mundial, mantiene en vilo a aliados e inversores.
Los detractores temen que el Brexit divida a Occidente en su pugna con la heterodoxa presidencia de Donald Trump en Estados Unidos y la creciente asertividad de Rusia y China.
DJOR