Un joven acudió con el médico ya que padecía fuertes dolores de cabeza y convulsiones; tras practicarle una resonancia magnética, descubrieron que tanto su corteza cerebral como tronco encefálico se encontraban llenos de larvas.
El hombre de 18 años perdió la vida debido a este padecimiento denominado como neurocisticercosis, una enfermedad parasitaria que se desarrolla cuando la persona ingiere huevos microscópicos de la solitaria del cerdo, éstos se encuentran en alimentos contaminados y afectan, principalmente, al tejido muscular sin presentar síntomas, sin embargo, con el tiempo los parásitos afectan al cerebro.
La gran cantidad de quistes en el cerebro del joven impidió que le suministraran los fármacos necesarios.
Para evitar las constantes convulsiones, se trató al afectado con medicamentos y corticoides estándares, sin embargo, falleció dos semanas después.
DJOR