El escritor Xavier Velasco aseguró que Armando Vega Gil fue un hombre muy impulsivo e intenso en materia profesional, pero también en torno a sus relaciones sentimentales.
“Tuvo muchas relaciones sentimentales y solía meterse mucho en sus relaciones y cuando las cosas salían mal pues se emborrachaba, se ponía mal, se hacía daño”, refirió.
Sin embargo, el autor de “Diablo Guardián” reconoció que su amigo era incapaz de haber acosado a una menor.
“Si me preguntan qué tan real es lo que cuentan, yo no creo que él hubiera abusado de alguien sin algún consentimiento de ese alguien. Nunca fue un santo, fue locochón, divertido, osado, pero incapaz de eso”, anotó.
Respecto al movimiento MeeToo, el Premio Alfaguara 2003 sostuvo que nunca ha estado muy de acuerdo con las denuncias anónimas, aunque un momento puede entenderlas, “pero también entiendo que se presta a muchas exageraciones, a muchas mal interpretaciones y a mala fe”.
Entre anécdotas sobre sus pláticas, muchas de ellas de índole política, Velasco mencionó que fue de Vega Gil de quien aprendió el término “depre” y que fue así como murió su entrañable amigo.
“Creo que tomo una decisión bastante apresurada, entró en la paranoia. Los hombres siempre tendemos a culparnos de más, sobre todo si sentimos que no somos culpables, de pronto buscamos la culpa y él, en particular, tenía muy desarrollado el sentido de culpa. Sigo en shock”, dijo a su llegada a la funeraria donde esta madrugada están siendo velados los restos del bajista de Botellita de Jerez.
Velasco estuvo distanciado de Vega Gil, “por una bobada”. Y es que el escritor no pudo acudir a presentar uno de los libros del músico y éste le dejó de hablar.
No obstante, aseguró que sí tuvieron oportunidad de reconciliarse y de continuar siendo “cuates de la chamba”, como calificaban su amistad.
DJOR