Foto: Reuters El ex presidente de Nissan Motor Company, Carlos Ghosn, fue arrestado nuevamente el jueves, menos de un mes después de haber sido liberado bajo fianza en Japón  

Tokio.- El ex presidente de Nissan Motor Company, Carlos Ghosn, fue arrestado nuevamente el jueves, menos de un mes después de haber sido liberado bajo fianza, y esta vez los fiscales investigan el supuesto uso indebido de los fondos del fabricante de automóviles pagado a un distribuidor en Omán.

 

Ghosn recibió una cuarta orden de arresto por la nueva denuncia de violación grave de confianza, que según los fiscales le causó a la empresa una pérdida de alrededor de 563 millones de yenes, unos 5 millones de dólares.

 

Fuentes cercanas al tema, citadas por la agencia Kyodo, dijeron que la nueva acusación se relaciona con el uso de parte de los 3.5 mil millones de yenes pagados al distribuidor omaní a partir de 2012, como incentivos a las ventas de la llamada “reserva” de Ghosn, quien podía usarlo a discreción en el momento.

 

Según las pesquisas, parte de ese dinero fue transferido a través de la firma de inversiones Good Faith Investments, dirigida por un funcionario de alto rango del distribuidor, a una compañía representada por la esposa de Ghosn, y pudo ser usado para comprar un yate de lujo para la familia del directivo y otros bienes.

 

También se sospecha de una compañía de inversiones con sede en Estados Unidos, donde el hijo de Ghosn se desempeña como directivo, y que recibe dinero del mismo fondo, dijeron las fuentes.

 

Ghosn, liberado de su arresto en Tokio el 6 de marzo, fue llevado a la oficina del fiscal en un auto este jueves temprano, un día después de que anunciara sorpresivamente en Twitter que celebraría una conferencia de prensa el 11 de abril para “decir la verdad sobre lo que está pasando”.

 

El directivo se preparaba para defenderse contra los cargos que enfrenta, por violar la ley de instrumentos financieros, así como el agravante de abuso de confianza en relación con la supuesta transferencia de pérdidas de sus inversiones privadas a la empresa de automóviles.

 

Durante su detención, Nissan, Renault y Mitsubishi Motors Corp. destituyeron de su presidencia a Ghosn, el arquitecto de la asociación de las tres firmas, y se comprometieron a fortalecer el grupo automotor en su ausencia.

 

El tratamiento de Ghosn luego de su arresto ha puesto al sistema de justicia penal de Japón bajo un escrutinio internacional, con prácticas como la detención de un sospechoso durante un largo período y la realización de interrogatorios sin un abogado presente, calificado por los críticos como “rehén de la justicia”.

 

 

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