La decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de poner seguridad a dos ex Presidentes fue acertada… y todos los ex mandatarios deberían tenerla, al igual que él, cuando concluya.
Lo cuestionable de esta práctica, la de asignar seguridad a los ex Presidentes, era lo oneroso y excesivo; pero quien aspira a gobernar este país debe saber que puede tomar las decisiones necesarias contra la corrupción y la delincuencia organizada para cumplir con su encomienda y contar con la protección una vez que abandone el cargo.
Porque se puede o no estar de acuerdo con el Presidente en turno, o con el que salió, pero no se le puede dejar solo a enfrentar la ira de grupos que, se entiende, combatió en nombre de la nación. Dejarlos sin seguridad es más una acción de venganza por algo que no nos gustó, que de justicia.
Si los ex Presidentes saquearon al país como se dice, lo que se tiene que hacer es juzgarlos; denunciarlos penalmente, presentar pruebas y que ellos puedan defenderse. Y si son culpables, llevarlos a la cárcel, pero no dejar sin seguridad de la noche a la mañana a quienes, se supone, persiguieron a poderosos capos. Soltar discursos llenos de falacias para defender esa medida sólo abona al rencor. No se trata de hablar de ciudadanos de primera y de segunda. Se trata de una medida de seguridad nacional.
Los ex Presidentes fueron servidores públicos que tuvieron acceso a información privilegiada y tomaron decisiones que afectaron a grupos muy poderosos (en algunos casos de la delincuencia organizada).
No hay que olvidar que Felipe Calderón fue amenazado y que dos de sus secretarios murieron en accidentes aéreos que aún causan muchas dudas.
Por eso el restituirles su seguridad es una decisión que tiene que ver con la responsabilidad nacional. El presidente AMLO lo sabe. No es un político que se deje chantajear, y de eso está como ejemplo su postura ante la CNTE. Si tomó la decisión de enviar a efectivos del Ejército a cuidar a Fox, a pesar de que fue una promesa quitarles la seguridad, es porque observó, detectó o le dieron información que lo obligó a tomar esa medida, a pesar de que, él lo sabía, era impopular.
De ahí la importancia de la decisión: va en contra de una postura que manejó durante su campaña y en los primeros días de su gobierno, pero ya bien instalado en la Presidencia ha tenido información que le permitió cambiar de opinión y tomar una decisión responsable.
#¿LoboEstásAhí?
La Unidad de Inteligencia Financiera de Santiago Nieto, así como la Fiscalía General de la República iniciaron una investigación en contra de Grupo Mirsot.
Y es que hace unos días recibieron denuncias por la probable venta ilegal de hidrocarburos. A partir de esta queja, la dependencia revisará todo el combustible que recibieron de Pemex las gasolineras de Grupo Mirsot ubicadas en Manzanillo, Colima, Querétaro, Michoacán y Guanajuato, así como la venta que reportaron ante Hacienda. La lucha contra el huachicol continúa.