La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos firmaron ayer un acuerdo para la asesoría y asistencia técnica a la Comisión para la Verdad del caso Ayotzinapa.

Con ellos, dijo el canciller Marcelo Ebrard, se demuestra que no se escatimará esfuerzo alguno para llegar a la verdad y la justicia en la desaparición, en 2014, de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos.

“El caso que hoy nos congrega ha sido y es la principal preocupación del Gobierno que encabeza el presidente López Obrador por la inmensa trascendencia y significados, que tiene para la vida pública mexicana.

“Si hablamos de un nuevo régimen, más que reformas constitucionales y legales estamos pensando en la verdad y la justicia, y eso sí es un cambio de régimen en México”, expresó Ebrard.

Por ello, calificó como muy relevante la presencia y el respaldo de la alta comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en la firma del convenio de colaboración.

“Caso demuestra gravedad de desapariciones” 

La funcionaria expresó que el caso Ayotzinapa es paradigmático, pues demuestra la gravedad de las desapariciones en México y los retos que enfrenta el país para atender la violación a los derechos humanos.

El objetivo, remarcó Bachelet, es llegar a la verdad y la justicia, a la reparación y a las garantías de no repetición en cumplimiento de los estándares internacionales, lo cual es una obligación del Estado.

“A la vez es una oportunidad para potenciar los cambios del fondo en el sistema judicial, que permitan alcanzar el anhelo de justicia de quienes han sufrido graves violaciones relación a los derechos humanos y saldar deuda histórica que existe con las víctimas de la violencia”, dijo.

Agregó que la firma del convenio es sin duda un llamado a asumir la búsqueda de las personas desaparecidas como una prioridad ineludible.

TFA/LEG