Las elecciones en Israel sí se convirtieron en lo que parecía, una reivindicación del mandato del actual primer ministro: Israel Netanyahu.
La reñida contienda fue vista en general como un referendo sobre Netanyahu y su historial, frente a las acusaciones de corrupción que pesan sobre él.
Pese a todo, ganó cuatro escaños más que su coalición saliente, según datos de la Comisión Central de Elecciones, empatando a 35 con el nuevo partido Azul y Blanco del ex jefe del Ejército, Benny Gantz.
La reelección parece segura debido a que los partidos religiosos derechistas se aprestaban a darle la mayoría parlamentaria, pese al apretado resultado contra Gantz, según el conteo de los votos.
Con más del 97% de los votos contados -los sufragios de los soldados en las bases militares serán contabilizados en los dos próximos días- el partido conservador Likud, de Netanyahu, parecía en camino de lograr el apoyo suficiente para controlar 65 de los 120 escaños del Parlamento, y liderar la próxima coalición de gobierno.
Netanyahu lograría un récord de cinco mandatos como primer ministro, aunque aún se prevé que los resultados podrían ser imputados debido los escándalos de corrupción.
Frase
“Los israelíes votaron para mantener el status quo en cuanto a la ocupación de Palestina. Votaron por el Apartheid y por una ocupación sin fin”
Saeb Erekat
Secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina
LEG