Después de que se diera a conocer la historia de Ángel Hernández, el español que ayudó a morir a su esposa en estado terminal, la juez a cargo ha decidido que este caso sea inhibido en favor de un juzgado de violencia contra la mujer.

 

Respecto a la intención de abstenerse, mencionó que el caso debería ser juzgado por personas especializadas en la violencia de género, tras exponer que los hechos investigados pueden tener un encaje en un delito de cooperación al suicidio, lo anterior se refiere a la sentencia del Supremo del 20 de diciembre de 2018 en el que se establece que cualquier delito que ejerce el hombre sobre la mujer en una relación de pareja es hecho constitutivo de violencia, sin tomar en cuenta cuál haya sido el motivo.

 

Sin embargo, el delito que se le imputa a Hernández es el de auxilio o cooperación al suicidio, tipificado en el artículo 143 del Código Penal, el cual contempla penas que van desde dos a 10 años de prisión.

 

Por su parte, Pilar Martín-Najera, responsable de la Fiscalía de Violencia contra la mujer, comentó que: “este es un tema bastante alejado de la violencia de género y no debería confundirse”.

 

De igual manera, la abogada del hombre, Olatz Alberdi, explicó que “ese tipo de juzgado es competente, siguiendo la jurisprudencia dictada por el Supremo, pero la decisión es jurídicamente discutible”, al hacer hincapié que no se ha tomado en cuenta la intención del acto.

 

“No se puede considerar que lo que hizo Ángel sea en ningún caso un acto contra ella. Muy al contrario. Siguió los deseos de su esposa”, recalcó.

 

Tras enterarse de la situación, Ángel Hernández mostró su molestia e indignación por la decisión del juzgado.

 

“Todo lo que grabé lo hice también para que no se me encausara como violencia de género”, dijo.

 

“Estoy molesto no por lo que me puedan echar o porque me aumente la pena. Eso lo tengo asumido. Solamente que se trate de violencia de género me pone malo. Es un insulto. Es terrible”, puntualizó.

 

Por último, consideró que lo que hizo fue realmente un acto de solidaridad ya que su esposa había tomado la decisión de ya no seguir sufriendo.

 

Con información de El País

dpc