En línea con las modificaciones en las perspectivas económicas que han realizado otros organismos internacionales y financieros, ahora le tocó el turno a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recortar su estimación de crecimiento para la economía mexicana en 2019 al ubicarlo en 1.7%, desde el 2.1% proyectado en enero pasado.
En días previos, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) disminuyó sus pronósticos de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) de México, a un rango de entre 1.1% y 2.1% en 2019, así como entre 1.4% y 2.4% en 2020.
En tanto que el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció el martes pasado su nueva proyección para la economía mexicana, con un crecimiento ahora de 1.6% y 1.9% en 2019 y 2020, respectivamente, una desaceleración respecto al avance de 2.0% previsto el año pasado.
En el caso del FMI, esta baja en su previsión económica representó la segunda desde octubre de 2018, cuando había pronosticado que México crecería 2.5% este año y 2.7% en 2020.
Los argumentos con los que coincidieron tanto Hacienda, como el FMI y la Cepal, y que serían de impacto para el crecimiento de México, son: una desaceleración económica mundial, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, caídas en los precios de los energéticos y la incertidumbre sobre las políticas económicas implementadas por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Sobre los asuntos internos, los organismos señalaron que las decisiones del actual Gobierno mexicano han generado desconfianza en los inversionistas, como por ejemplo, la cancelación del nuevo aeropuerto que se construía en Texcoco y que causó afectaciones en la percepción de los mercados.
En el caso de la estimación para el crecimiento de América Latina y el Caribe, la Cepal rebajó también su cifra al pasar de 1.7% a 1.3%, ante un menor dinamismo de la economía global y tensiones comerciales, como las protagonizadas entre Estados Unidos y China, así como la indecisión sobre el futuro del Brexit en Reino Unido.
Los motivos:
1.- Desaceleración a nivel mundial, ante un menor dinamismo económico.
2.- Caída en los precios de los energéticos.
3.- Falta de certeza por políticas internas.
4.- Conflicto comercial entre EU y China.
5.- Indecisión del Brexit.
LEG