Foto: Reuters El ímpetu que ponen en mantener la limpieza del lugar es notorio, pues a través del megáfono que tienen, invitan a la gente a no tirar basura en la calle y a depositarla en los contenedores  

Ante la notoria mayoría de mujeres y niños que forman parte de la caravana migrantes, integrantes de este grupo pidieron el apoyo con víveres y agua a las autoridades estatales, municipales y a organizaciones de derechos humanos, quienes hasta el momento no se han presentado en este espacio.

 

Ricardo, uno de los líderes aparentes de la caravana de centroamericanos que ingresó anoche a Tapachula, afirmó que no han recibido ayuda de las autoridades, organizaciones civiles o de la población local.

 

Detalló que están solicitando agua y víveres, principalmente para la gente más vulnerable, que según un conteo que llevan, se trata de más de dos mil mujeres y niños que se encuentran en el lugar.

 

“Estamos pidiendo una ayuda, no hemos recibido agua, pan, nada, les pedimos de favor si nos pueden dar algo de comida y de tomar para las mujeres y los niños”, señaló.

 

Amontonados por familias, los centroamericanos descansan, platican y ríen, lo que pueden, sobre viejas cobijas sucias, cajas de cartón o sobre el piso, mientras la caravana determina cuál es el día y el lugar elegido para continuar su viaje rumbo a Estados Unidos.

 

Sin la presencia de autoridades, los migrantes afirman que esta caravana es diferente a las anteriores, pues están procurando mantener limpia la zona, para evitar molestias a la población local y el brote de infecciones.

 

“Estamos tratando de mantener el parque limpio, estamos limpiando, sacando la basura, no estamos permitiendo que ninguno de nosotros orine en este parque; nadie está fumando marihuana, nadie está bebiendo cerveza, nada de eso, tratamos que esta caravana sea muy diferente en el comportamiento que han tenido otras”, expuso Ricardo.

 

El ímpetu que ponen en mantener la limpieza del lugar es notorio, pues a través del megáfono que tienen, invitan a la gente a no tirar basura en la calle y a depositarla en los contenedores.

 

No obstante, ante la falta de espacio y recursos económicos, las jardineras del parque se han convertido en tendederos de ropa, donde estas personas ponen a secar sus prendas que lavan en los baños públicos que encuentran.

 

Por otra parte, la Secretaría de Salud estatal instaló, a un costado del anfiteatro, un módulo de atención, donde ofrece consultas y vacunas contra la gripe a los centroamericanos.

 

 

jhs