Foto: Reuters Este lunes las llamas arrasaron 850 años de historia, arquitectura, pintura y escultura en Notre Dame  

Incendios han arrasado con espacios culturales en diversas partes del mundo, con lo que se han generado pérdidas irreparables, en la mayoría de incuantificable valor.

El ejemplo más reciente es el ocurrido este lunes en la catedral de Notre Dame, una joya de la arquitectura gótica, el monumento histórico más visitado en París, que tardó varios siglos en construirse.

Ese templo católico dedicado a la Virgen de Guadalupe ha sido ícono cultural francés y Patrimonio Mundial de la Humanidad, cuya construcción se inició en 1163 y se terminó en 1345.

También está el caso del Museo Nacional de Brasil, de 200 años de historia, donde el 2 de septiembre del año pasado las llamas acabaron con 90 por ciento de las 20 millones de piezas que albergaba, las cuales se redujeron a cenizas.

Ese siniestro también destruyó el edificio sede del museo más valioso e importante del país, uno de los más visitados en América Latina; en junio de 2018 el recinto conmemoró el bicentenario de su fundación.

 

Otra tragedia fue la que vivió el Museo Nacional de Historia Natural, en Nueva Delhi, que en abril de 2016 también se vio envuelto en llamas.

Igualmente conmocionó la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo durante un incendio en 1992, durante el conflicto de los balcanes; por esta razón el 24 de octubre se celebra el Día Internacional de la Biblioteca.

 

El 29 de abril de 1986 la Biblioteca Central de Los Ángeles se quemó, lo que provocó la destrucción de unos 400 mil libros y daños severos a 700 mil.

Ese fue el mayor desastre de una biblioteca en la historia de Estados Unidos, de acuerdo con El País, pues se perdió un “Quijote” de 1860, todos los libros sobre la Biblia, todas las bibliografías de la H a la K, así como la historia de teatro, todo Shakespeare, junto con cinco millones y medio de patentes registradas desde 1799.

La cultura también estuvo de luto el 29 de enero de 1996, cuando un incendio redujo a cenizas al teatro ópera La Fenice de Venecia.

En menos de tres horas el edificio de madera fue devorado por las llamas, ya que había escasez de agua en los canales próximos. El inmueble se inauguró en 1792 y ya había tenido accidente similar en 1836. En 2003 reanudó su actividad.

 

Por otro lado, en 1666 un gran incendio arrasó la catedral de San Pablo de Londres mientras era restaurada luego de décadas de abandono; fue construida entre 1087 y 1240.

El historiador Tácito indicó que durante seis días entre el 19 y el 25 de julio del año 64 a.C, la capital del Imperio Romano ardió; monumentos como el templo de Júpiter y el hogar de las vírgenes quedaron destruidos.

Previamente en el año 48 a.C se incendió la biblioteca de Alejandría, ya que el fuego de las tropas de Julio César se extendió hasta ese lugar, donde habían 400 mil libros.

En México, la Cineteca Nacional, uno de los recintos emblemáticos, dentro de la cinematografía nacional, sufrió un incendio el 24 de marzo de 1982, lo que ocasionó la pérdida de seis mil 506 películas, nueve mil 275 libros, revistas y cerca de dos mil 300 guiones.

Por el daño irreparable a las salas y la bóveda, dentro de su primera sede, en los Estudios Churubuscos, se tuvieron que abandonar las actividades en el edificio.

Fue hasta el 27 de enero de 1984 cuando se inauguraron las nuevas instalaciones en lo que era la Plaza de los Compositores de la Avenida México-Coyoacán 389; contaba con sólo cuatro salas de cine, un departamento de documentación y una librería.

 

 

JMSJ