Hay cosas que un Presidente no sabe –algunas de las cuales no tendría por qué enterarse–, pero que le pueden representar un mal sabor de boca cuando salen a la luz.

Por ejemplo, López Obrador no sabía del caso de un periodista enfermo de cáncer de estómago que se presentó en Palacio Nacional con la última voluntad de hacerle una pregunta. El Presidente y su equipo de comunicación no le permitieron la entrada.

El ex corresponsal de medios nacionales falleció hace un par de semanas en Baja California, donde residía. Su caso fue expuesto al mandatario por otros compañeros ante la cara de sorpresa del tabasqueño en plena conferencia mañanera.

Otro caso –que expusimos en este espacio–, el primer Presidente de izquierda y que ha enarbolado la libertad de expresión como uno de los pilares de sus políticas y de su pensamiento tampoco estaba enterado de las llamadas que su equipo realizaba a las redacciones de los medios de comunicación para quejarse de los reporteros que asistían a las conferencias matutinas, como se hiciera en tiempos del priismo o del panismo, en un ataque real a los comunicadores.

Más lamentable aun la respuesta del tabasqueño, cuando la semana pasada varios le expusieron el caso, y lo único que hizo fue rechazarlo totalmente antes de investigar o preguntar si esto era una actividad que se efectuaba desde la oficina de Comunicación Social por orden de su titular, Jesús Ramírez Cuevas, uno de sus subordinados, porque no es necesario que fuera estrictamente una orden directa del Jefe del Ejecutivo.

Pero luego de exponerle el caso, parece que las cosas se han intentado rectificar, pues comenzaron ya algunos mensajes y llamadas de disculpas desde el equipo de vocería para con los comunicadores que fueron objeto de llamadas intimidatorias.

Una cosa más que AMLO no sabe son los famosos blogueros o youtubers que han sido encumbrados desde la propia Presidencia y que ya comenzaron a estirar la mano para exigir que parte de los recursos destinados a las campañas de programas sociales vaya a parar a sus canales. ¿Se trata de la nueva prensa orgánica?

Las últimas semanas han sido lamentables en la relación de los comunicadores con el Presidente, y podríamos decir que el tema se agudizó desde la aparición del periodista Jorge Ramos y el debate que sostuvo con el mandatario en plena conferencia matutina por las cifras de homicidios dolosos que se contabilizan durante los meses que van del sexenio; otra cosa que para variar no sabía el mandatario.

Como dije al principio, no es necesario que lo sepa todo, pero sí es necesario que tenga la humildad de reconocer que no están en su conocimiento algunas cifras, acciones o políticas que se han implementado, sin que al parecer tengan su consentimiento.

En el baúl: una acción de inconstitucionalidad se cocina por parte de organizaciones de la sociedad civil en contra del gobierno capitalino debido a retrocesos en materia de movilidad; por ejemplo, el cambio de la política de fotomultas por sanciones cívicas que no progresan en la capital del país, así como la modificación de límites de velocidad en varias avenidas de la gran urbe. Lo que argumentan es que se trata de promesas políticas que la jefa de Gobierno quiere cumplir, dejando en el desamparo a los peatones de la Ciudad de México.