El veredicto del presidente López Obrador sobre las Zonas Económicas Especiales (ZEE) fue implacable. “Era supuestamente para ayudar, pero nunca hicieron nada por ayudar (sic). Hicieron negocios, compraron terrenos y derrocharon recursos, no se benefició en nada”, sentenció ayer en su conferencia mañanera al dar a conocer la desaparición de este proyecto.
Nuevamente, el primer mandatario señaló la supuesta comisión de delitos que podrían ser graves sin aportar prueba alguna. Resolvió la inoperancia de un proyecto aún en ciernes y, con el desesperante uso de la tercera persona del plural, advirtió la existencia de derroche de recursos y presuntas compras de terrenos.
Se acaba, al menos para los próximos seis años, un ambicioso proyecto que tenía como objetivo combatir la enorme disparidad de desarrollo entre el norte y el sur del país. Quizá el Presidente no fue informado de la profunda brecha entre estas dos regiones, que hizo urgente un programa como las ZEE para atraer inversiones a estados de muy alta marginación.
Dos comparativos reflejan la gravedad del asunto: entre 1980 y 2014, el PIB per cápita del norte de México y el Bajío aumentó en 51%, mientras que en el Sur creció únicamente 9%. En el norte del país, 30% de la población vive en condiciones de pobreza y en el Sur lo hace 69%, muy por encima del promedio nacional que es de 46%, de acuerdo a datos del Coneval.
En tan sólo un par de años se logró decretar la creación de siete importantes Zonas Económicas: Coatzacoalcos, Veracruz; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Salina Cruz, Oaxaca; Puerto Chiapas, Chiapas; Progreso, Yucatán; Champotón, Campeche, y el hoy famoso sitio de Dos Bocas, en Tabasco.
La Autoridad Federal para el Desarrollo de las ZEE estimó que, en el largo plazo, este proyecto representaba un potencial de 42 mil millones de dólares en inversiones y una generación de más de 360 mil fuentes de empleo.
¿Cuál fue el error de este programa que generaba beneficios fiscales, laborales, aduaneros, de infraestructura y marcos regulatorios más agiles en zonas pobres del sur del país? Simple y sencillamente haber sido impulsado durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Otra vez, López Obrador antepuso el discurso de la división al interés común.
La situación de pobreza en el sur del país exige políticas públicas bien estructuradas y basadas en proyectos que han sido exitosos en otras naciones. La experiencia nos demuestra que la improvisación es tan perniciosa como la corrupción. Ambas deben ser combatidas y denunciadas, sin distinciones de orden político.
Segundo tercio. Pequeño error de cálculo del secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, en el diseño de la Central Avionera de Santa Lucía. De repente, a los ingenieros se les cruzó un cerro, el de Paula, no previsto en sus primeras estimaciones. Este ligero error incrementará el costo de construcción ocho mil millones de pesos.
Tercer tercio. Al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, se le salió de control el manejo de su estado. Después de la tragedia de Minatitlán, se registró el asesinato de la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Maricela Vallejo. Ayer, en una refriega en Juan Díaz Covarrubias, dos personas más perdieron la vida.