El sábado pasado tuvo lugar un tiroteo dentro de una sinagoga en California, donde se registró un saldo de un fallecido y tres heridos, entre ellos el rabino Yisroel Goldstein.

 

Una vez que sucedieron los hechos, Goldstein narró su experiencia a los medios de comunicación y apunto que se estaba preparando para llevar a cabo la ceremonia correspondiente al último día de la Pascua cuando se percató del joven agresor, quien llevaba puestas gafas oscuras y un fusil en las manos.

 

“No podía verle los ojos. No podía verle el alma”, dijo el rabino y afirmó que en seguida alzó las manos para poder evitar el ataque, sin embargo, en el proceso perdió u dedo debido a un balazo.

 

Después del primer disparo, el arma “milagrosamente” quedó atascada, evitando que terminara muerto.

 

En el ataque falleció una fémina, y hubo tres heridos, donde además del rabino, se encontraba un menor de 8 años de edad.

 

Por su parte, el atacante de 19 años de edad, John T. Earnest, se entregó a la policía y autoridades se encuentran realizando investigaciones.

 

De acuerdo con los primeros reportes, el joven podría enfrentar cargos por crimen de odio y homicidio. Por el momento permanece detenido sin derecho a fianza.

 

gac