Tres décadas duró la era Heisei (consiguiendo la paz) en Japón: el emperador Akihito abandonará el cargo hoy, a los 85 años, lo que lo convierte en el primero -en dos siglos- en abdicar al trono.
Lo anterior por considerar que su edad y salud merman sus habilidades para desempeñar las actividades oficiales propias de la posición.
Akihito, el emperador número 125 de Japón, nació el 23 de diciembre de 1933. Fue el hijo más deseado de la pareja imperial Hirohito y Nagako, ya que después de cuatro niñas llegó como futuro heredero al trono del Crisantemo.
Conforme la costumbre milenaria japonesa, Akihito fue separado de sus padres a la edad de tres años para ser criado e instruido por tutores en las artes de su futuro papel como cabeza de la monarquía hereditaria más antigua del mundo.
En 1959, Akihito sorprendió con su decisión de casarse con Michiko Shoda, hija de un empresario.
El matrimonio tiene tres hijos: los príncipes Naruhito (el heredero al trono), de 59 años; y Fumihito, de 54; así como la princesa Sayako, de 50.
A la muerte de su padre fue entronizado, el 12 de noviembre de 1990. Con su reinado inició la era Heisei, en la que el Trono del Crisantemo tiene definido constitucionalmente un papel ampliamente simbólico y de cabeza del sintoísmo, la religión tradicional de Japón.
La antigua Ley de la Casa Imperial establecen que el emperador ocupa el trono hasta el final de su vida, por lo que fue necesario que el Parlamento creará una ley especial para permitir la abdicación.
LEG