Foto: Cuartoscuro / archivo El brote actual se concentra en la ciudad de Nueva York, donde las autoridades contabilizan más de 390 casos desde octubre,  

El número de casos de sarampión en Estados Unidos tocó un máximo de 25 años, impulsado por la propagación de información errónea sobre la vacuna que puede prevenir la enfermedad, sostuvieron el lunes funcionarios federales de salud.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron de 704 casos al viernes, un alza del 1.3% desde los 695 al miércoles.

 

Casi todos fueron niños a los que no se dio la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola, que inmuniza contra la enfermedad.

“El sufrimiento que vemos hoy es completamente evitable”, afirmó el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, “sabemos que las vacunas son seguras porque están entre los productos médicos más estudiados que tenemos”.

Un número creciente de padres en Estados Unidos se niega a vacunar a sus hijos creyendo -en contra de la evidencia científica-, que la fórmula puede causar autismo u otros trastornos.

Unos 22 estados han registrado casos de enfermedades extremadamente contagiosas y, en ocasiones, mortales.

Ninguna de las víctimas del brote reciente murió, pero el 3% contrajo neumonía, y el 9% fue hospitalizado debido a complicaciones ocasionadas por la enfermedad.

El brote actual se concentra en la ciudad de Nueva York, donde las autoridades contabilizan más de 390 casos desde octubre, principalmente entre niños de comunidades judías ortodoxas, en el distrito de Brooklyn.

La mayoría de los últimos casos se han presentado en Nueva York y en Los Ángeles.

El brote nacional ha aumentado desde 82 personas el año pasado. En 2019, más de 40 llevaron sarampión a Estados Unidos desde otros países, con mayor frecuencia Ucrania, Israel y Filipinas, dijeron funcionarios federales.

Aunque el virus se eliminó de Estados Unidos en 2000, lo que significa que ya no estuvo presente continuamente durante todo el año, todavía se observan brotes por medio de viajeros procedentes de países donde el sarampión todavía es común.

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