Parecía que las fuerzas estaban muy equilibradas, pero finalmente la izquierda en España se impuso de manera decisiva. Por eso el candidato del Partido Socialista y actual Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no podía ocultar su satisfacción cuando subió al estrado en la sede del PSOE, en la calle Ferraz, en Madrid.
Se encontraba flanqueado por su mujer, Begoña y su círculo más cercano. Se le veía satisfecho, mucho. Sin embargo, Pedro Sánchez sabe que, con los 123 diputados que ha obtenido no podrá gobernar en solitario durante los próximos cuatro años.
También sabe que tiene cuatro años para lanzar sus proyectos como Presidente del Gobierno.
Pedro Sánchez tendrá que gobernar con los diputados de la extrema izquierda de Podemos y posiblemente con los independentistas catalanes. Bien lo sabe Pablo Iglesias, líder de la izquierda radical Podemos que, de hecho, no se descarta que pudiera entrar en el gabinete de Sánchez.
Lo mismo pasa con los independentistas catalanes de Ezquerra Republicana de Cataluña.
Han obtenido 15 diputados, y Pedro Sánchez los necesita.
¿Qué va a pasar entonces, cederá de nuevo ante el chantaje del soberanismo catalán? ¿Les dará todo lo que le pidan?, Pedro Sánchez sabe que podrá formar gobierno, pero no puede calcular a costa de qué.
La derecha en España se ha deshecho y atomizado. El Partido Popular de Pablo Casado ha obtenido el peor resultado de su historia. La sangría de votos se ha traducido en la pérdida de 70 diputados, y se queda con 66.
El partido de Albert Rivera, Ciudadanos, obtiene 57 y Vox, la derecha recalcitrante, llega a los 24.
Sumando las tres derechas no llegan a los 176 diputados que se requieren para formar gobierno. Es más, se queda con tan sólo 147.
Lo que sí es destacable es la irrupción de la extrema derecha en el Parlamento. VOX, que no tenía representación parlamentaria, obtiene 24 diputados que podrán servir para ayudar a la derecha y hacer contrapeso a este próximo gobierno.
Las miras ahora están puestas en la segunda prueba de fuego: el próximo 26 de mayo los españoles irán de nuevo a votar. Se celebran elecciones europeas, autonómicas y municipales.
Pablo Casado, el líder del Partido Popular, que en su breve gestión ha hundido a su partido, tendrá que demostrar que puede hacerse con la segunda fuerza política más importante de España. De lo contrario, debería dimitir.
Pedro Sánchez, vencedor y Presidente del Gobierno, tiene ahora una oportunidad de oro para reeditar su éxito el 26 de mayo, y hacerlo permanente durante cuatro años.
Vox agrupa a sectores descontentos
Por: Luis Fernándo Reyes
El partido Vox, que irrumpió con 24 escaños en el Congreso español, es considerado de extrema derecha, sin embargo, se trata más bien de una agrupación que congrega inquietudes de varios grupos, consideró el académico Manuel Andréu Gálvez, doctor en Derecho y experto en Historia y Filosofía Política, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana.
“Lo han tildado de extrema derecha, pero me parece que se convirtió en un recipiente de la derecha que estaba enfadada; ha conquistado un electorado transversal, de clases medias, de trabajadores en una situación paupérrima. Es en parte populista, con un guiño a los católicos en favor de la vida, de la guardia civil y la policía por la inmigración de África, también a los antiguos franquistas, pero no genera una derecha tradicional católica”, afirmó.
Vox obtuvo menos lugares de los que esperaba, admitió en entrevista con 24 Horas, sin embargo, equivale a 2.6 millones de votantes. El investigador con línea sobre los procesos electorales en España sostuvo que será en mayo cuando quede demostrada la fuerza de la derecha.
“Está claro que si la derecha no se reagrupa como antes de la fragmentación del Partido Popular, el escenario va a ser muy complicado ante la izquierda, que están más unidos”, apuntó Andréu Gálvez.
Analiza PSOE alianzas tras triunfo electoral
Los socialistas analizaban ayer posibles socios para formar un nuevo Gobierno en España, tras ganar las elecciones generales, aunque sin lograr una mayoría en un Parlamento, profundamente fragmentado, lo que podría generar una incertidumbre política prolongada.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, rechazó cualquier prisa para analizar posibles opciones de coalición y dijo que los socialistas intentarán gobernar solos, mientras que la líder del partido, Cristina Narbona, aseguró también que no existe premura por decidir.
“Lo vamos a intentar”, dijo Calvo en una entrevista en la emisora Cadena Ser, tras ser consultada sobre si el PSOE buscará gobernar solo, “tenemos un respaldo más que suficiente para ser el timón de este barco”.
LEG