Al menos 165 personas han sido detenidas en París durante las manifestaciones para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores realizadas este miércoles 1 de mayo.
A pesar de que varios miembros de seguridad fueron desplegados en las calles de la capital francesa para evitar incidentes, jóvenes vestidos de negro con cascos y mascarillas comenzaron a lanzar objetos a los agentes, los cuales contestaron con gas lacrimógeno.
Tras los sucesos, el sindicato CGT acusó a la policía de «violencia sin precedentes e indiscriminada».
Hasta el momento, se han reportado varios lesionados y detenidos, entre ellos tres españoles que portaban productos flamables, según han reportado los medios locales.
El ministro Interior, Christopher Castaner, mencionó que se esperaba la asistencia de entre mil y 2mil activistas radicales, como el grupo de black block, infiltrados que realizaron disturbios durante la manifestación del año pasado, así como los chalecos amarillos, los cuales tuvieron su inicio en noviembre.
Estás protestas se convierten en una prueba para el presidente Emmanuel Macron y el Gobierno francés, sobre la nueva doctrina de mantenimiento del orden que fue aprobada durante marzo después de una movilización de los chalecos amarrillos en la que destruyeron varios comercios en los Campos Elíseos.
dpc