Ayer se cumplió el 25 aniversario de la muerte de Ayrton Senna, para muchos el mejor piloto de toda la historia, y los personajes más destacados del automovilismo lo recordaron y enaltecieron todo lo que le dio al deporte motor.
Pasaron ya cinco lustros desde aquella trágica tarde del 1 de mayo de 1994 en la que nadie esperaba que la máxima figura del deporte mundial en ese momento iba a perecer en plena competencia. Sabido es que competir en cualquier categoría del automovilismo conlleva mucho riesgo, pero resultaba inconcebible que algo malo le fuera a ocurrir a Senna.
Tras siete vueltas en las que se registró un choque en la largada del Gran Premio de San Marino en 1994, se reanudó y Senna en la punta comenzó a llevar el ritmo de la carrera que no terminaría. En esa séptima vuelta se dice que su bólido tuvo un problema con la barra direccional que le provocó perder el control y estrellarse de frente contra el muro de la curva Tamburello.
Las imágenes de Ayrton inconsciente dentro del auto destrozado siguen muy presentes hasta la fecha, tal como la admiración y el respeto que le profesan los principales actores del automovilismo, en especial la Fórmula 1. Uno de los más fieles fanáticos de Senna es Lewis Hamilton, quien dedicó un emotivo mensaje en el que reconoce la influencia que tuvo el piloto brasileño en él.
Campeones de diversas épocas de la F1 colocan en un lugar especial a Senna, desde Michael Schumacher, máximo ganador en la F1; Lewis Hamilton, pentacampeón y vigente monarca; ingenieros y jefes de escudería. Entre todos, hay un mexicano que puede presumir de haber sido el mejor amigo de Ayrton en su paso por la F1: Jo Ramírez.
Incluso su máximo rival: Alain Prost, reconoce que Senna es un personaje único y ambos protagonizaron la que es hasta hoy la más grande rivalidad en el deporte.
Senna se convirtió en mito, leyenda, historia de éxito. Algo que al final de su carrera lo habría conseguido de cualquier manera, pero que el tiempo fue impaciente y no aguardó para que eso sucediera… De eso, ya hace 25 años.
fahl