Foto: Reuters Bini, un desarrollador de software de 36 años, trabaja en el Centro de Autonomía Digital con sede en Quito, que se dedica a la seguridad y la privacidad digital  

Un tribunal de Ecuador ratificó el jueves una orden de prisión preventiva en contra de un ciudadano sueco amigo personal de Julian Assange, arrestado el mes pasado por el supuesto delito de ataque a la integridad de sistemas informáticos en el país.

Ola Bini, quien residía en Ecuador desde hace 5 años, fue detenido el 12 de abril en el aeropuerto de Quito cuando iba a viajar a Japón, luego de que la ministra del Interior denunciara que tres extranjeros estaban filtrando información privada de la nación sudamericana y lo vinculara con WikiLeaks.

La mayoría de los jueces del tribunal argumentaron que existía el riesgo de que Bini se fugara del país, por lo que desecharon el pedido de sus abogados para que se revoque la orden de prisión.

“Es una decisión que avergüenza. Nuestro cliente es una persona inocente y sólo porque es amigo de Julian Assange y porque viaja mucho se lo mete preso”, dijo Carlos Soria, abogado de Bini al finalizar la audiencia. “Se denunciará tanto nacional como internacionalmente”, agregó.

Bini ha reconocido que es amigo personal de Assange, a quien el Gobierno ecuatoriano le retiró el 11 de abril el asilo político concedido en el 2012, acusándolo de haber interferido en política interna y externa, pero ha negado una relación con WikiLeaks.

Bini, un desarrollador de software de 36 años, trabaja en el Centro de Autonomía Digital con sede en Quito, que se dedica a la seguridad y la privacidad digital.

El Gobierno también lo acusó de tener vínculos con el ex canciller Ricardo Patiño, quien enfrenta una orden de prisión por el supuesto delito de instigación, pero abandonó el país antes de la resolución legal. Patiño ha negado conocer a Bini.

La Fiscalía, el principal acusador del sueco, no ha informado sobre sus supuestos vínculos con Patiño y WikiLeaks.
El Gobierno ha dicho además que tiene identificado a dos piratas informáticos de nacionalidad rusa que viven en el país, pero hasta el momento no ha dado más información sobre esa denuncia.

 

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