Después de 7 años de ausencia en el país, los argentinos de La Renga, una banda de rock emblemática del país sudamericano, se hicieron presentes en el Plaza Condesa de la CDMX para celebrar sus 30 años de trayectoria, ofreciendo una descarga de rock y energía a los asistentes.
A la entrada del recinto la mayoría de los fanáticos se presentaron con playeras de La Renga, varías provenientes de otras presentaciones en diferentes años y lugares, sin embargo, resaltaban aquellos que portaban las camisetas albicelestes de la selección o del Boca Juniors, con las cuales se dejaba en claro la pasión argentina por el fútbol, además, las porras modificadas con el nombre de la banda hacían sentir que se estaba en un estadio presenciando un partido de fútbol.
El concierto inició en punto de las 8 de la noche, sin tanto preámbulo cada integrante tomó su lugar y sonó la primer canción Tripa y Corazón, pronto los saltos y los coros de la letra se hicieron presentes en el recinto.
Chizzo, vocalista de la banda, agradeció a los fans que asistieron desde diferentes países como Chile, Colombia, Argentina y, por supuesto, a los mexicanos, dedicando la canción Motoralmaysangre, y es que, a comparación de su presentación anterior en la que los asistentes difícilmente superaron los 150, en ésta ocasión el público se duplicó en número.
Canciones como Detonador de sueños, La balada del diablo y la muerte, Canibalismo galáctico, y La razón que te demora sonaron antes de uno de los momentos más emocionantes de la noche llegara, y es que aunque algunos fanáticos ya habían notado la presencia del músico mexicano Alex Lora en el balcón del auditorio, muchos otros estallaron en sorpresa cuando la banda dió la bienvenida al rocanrolero con quién interpretaron Triste canción de amor, canción original de los argentinos.
La presentación concluyó con El final es en dónde partí y, entre lágrimas de algunos asistentes, la banda interpretó Hablando de la libertad, como ya es clásico que siempre terminen sus conciertos.
PL