Este lunes fueron localizados los restos de un jet privado que viajaba de Las Vegas hacia Monterrey, causando la muerte de al menos 13 personas. Horas después se dio a conocer la lista fallecidos, entre los que destaca Juan José Aguilar Talavera, identificado como comandante de la tripulación, quien en 2012 frustró una operación que pretendía extraer al hijo del ex líder libio Muamar el Gadafi, Saadi Gadafi, y a su familia de Libia para trasladarlos a México.
El fallecido, junto a otros dos pilotos, comandaba el avión Hawker 800 que en julio de 2011 viajó a dicho país con un grupo de personas, quienes planeaban el traslado.
Así lo confirmó en ese momento el empresario Christian Eduardo Esquino Núñez, dueño de la empresa que facilitó la aeronave para que se realizara el viaje, y quien fue investigado por la PGR para deslindar su responsabilidad dolosa o culposa en los hechos.
El plan de los involucrados consistía en aterrizar el avión en una carretera de Libia, para en cuestión de minutos introductor ahí a Gadafi y a sus familiares, en lo que se había denominado como una “extracción de emergencia”.
La canadiense Cynthia Ann Vanier y la mexicana Gabriela Dávila, ambas detenidas, buscaron a través de un contratista de nombre Gregory Gillispie, el contacto con una empresa que rentara aviones ejecutivos para llevar a cabo lo anterior, y así establecieron el contacto con Esquino, quien aseguró que nunca le dijeron de antemano cuál era el objetivo real del viaje.
El avión, piloteado por Juan José Aguilar talavera, Roberto García Galindo y Mario Mabarao Lagunes, partió el 17 de julio a Ontario, Canadá, donde recogió a Vanier y a Gillispie, para luego dirigirse a Pristina, Kosovo.
Fue ahí donde los referidos pilotos fueron enterados que se realizaría una “extracción de emergencia”, situación a la que todos ellos se negaron. Posteriormente se comunicaron vía telefónica con Esquino, anunciándole que se pretendía alterar el itinerario pactado por motivos que estaban poco claros.
De esta forma, la aeronave únicamente se dirigió a Dhjerba, Tunez, donde descendieron los ahora detenidos, quienes tuvieron que continuar por tierra hacia Libia. Los pilotos esperaron una semana en Kosovo, y regresaron por Vanier y sus acompañantes, pero sin Gadafi y su familia, frustrándose así el primer intento para sacarlo del país y traerlo a México.