El pleito con la sucesión en el PRI tiene que ver ¡con la elección del candidato presidencial para 2024!

Si hoy el Consejo Político Nacional del PRI valida la especie de que el partido no tiene dinero para organizar una elección de su nuevo presidente abierta a la base militante, se le habrá cerrado el paso al gobernador de Campeche, Alejandro Moreno.

Más allá de la cercanía que le atribuyen a Alito con López Obrador –y que la llamada “nomenclatura’’ considera un riesgo para la sobrevivencia de lo que queda del partido-, el temor es que si el campechano se hace de la dirigencia nacional tricolor, “hará lo mismo que hizo Roberto Madrazo’’.

Es decir, utilizar al partido para preparar su candidatura hacia la elección presidencial de 2024, a lo que no están dispuestos a transigir los actuales administradores del Revolucionario Institucional.

Por eso la expectativa es que hoy el Consejo Político Nacional decida que lo mejor será que ellos –los consejeros- lleguen a un acuerdo para elegir al sucesor de Claudia Ruiz Massieu, lo que equivale al simple y llano dedazo.

Y aún con el enorme costo político que tendría una decisión de esta naturaleza, los administradores del partido consideran que resultaría barato comparado con el daño que podría causarles dejar en manos de Moreno lo que queda del PRI.

Moreno ha ganado todas las elecciones en las que ha participado y es, junto con Ivonne Ortega, de los más interesados en que la elección del nuevo presidente sea abierta a la militancia, tal y como lo acordó el Consejo Político en febrero pasado.

Al final, se quiera o no, la decisión que tomen los priistas respecto a cómo definirán a su nuevo pastor se traduce a un asunto de dinero… pensando en 2024.

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Quien resulte electo o designado como presidente del PRI tendrá que enfrentar las elecciones intermedias, que podrían ser la tumba o propiciar el resurgimiento del partido.

Además de la renovación de la Cámara de Diputados, se renovarán 13 gubernaturas: Colima, Guerrero, Michoacán, Querétaro, Sinaloa, San Luis Potosí, Nayarit, Campeche, Sonora, Zacatecas, Baja California Sur, Chihuahua y Tlaxcala.

Y si alguien cree que nos estamos adelantando a los procesos, échele un ojo a cómo está la grilla entre los grupitos del tricolor en esos estados por las candidaturas.

La duda es si el PRI llegará suficientemente cohesionado a esa fecha como para luchar para mantener el registro o de una vez le van buscando la versión en mariachi de Las golondrinas.

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Varios miles de ciudadanos marcharon ayer en diversos puntos del país para protestar por la forma en la que López Obrador divide a la sociedad y toma decisiones.

Seguramente en la mañanera de hoy el Presidente hablará de la marcha fifí, de sus adversarios, de los conservadores, hipócritas y toda la lista de adjetivos que repite en contra de quienes no están conformes con su manera de gobernar, y dirá que su gallo no perdió ni un pelo.

Así lo hizo cuando un millón de ciudadanos marcharon para exigir seguridad en la capital del país cuando él era jefe de Gobierno.

Pero algo tendrá que decirle el hecho de que a los cinco meses de gestión la ciudadanía haya salido a la calle para pedirle no que renuncie, sino que deje de dividir y se ponga a gobernar para todos los mexicanos.