Un nuevo análisis de animales domésticos en Reino Unido reveló que uno de cada cuatro gatos y uno de cada siete perros son portadores de pulgas, las cuales cerca del 11% están infectadas con bacterias potencialmente patógenas.
La investigación, liderada por la Universidad de Bristol, examinó 812 gatos y 662 perros. Los resultados arrojaron que 28.1% de los felinos estudiados estaban infestados de pulgas, por 14.4% de los caninos.
Los efectos de la alimentación de la pulga y los patógenos que portan pueden derivar en una enfermedad clínica para ambos tipos de mascotas.
El estudio señala que las picaduras de pulgas pueden generar reacciones alérgicas en gatos y perros, por lo que es necesario reeducar a los dueños de mascotas en la prevención.
El profesor de zoología en la Universidad de Bristol, Richard Wall, indicó que los resultados han demostrado que un gran número de gatos y perros todavía tienen pulgas.
“Y mostraron una prevalencia relativamente alta de Bartonella spp en las pulgas, lo cual es una preocupación importante para los dueños de mascotas y los veterinarios”, señaló Wall en un comunicado de la institución.
De acuerdo con el estudio, la creciente urbanización, junto con factores como el cambio climático, pueden, con el tiempo, afectar la endemicidad y la prevalencia de insectos vectores y cambiar la dinámica de la transmisión de patógenos.
Plantea que una comprensión más detallada de la prevalencia actual y la distribución de patógenos transmitidos por pulgas es importante y debe ser apoyada por una vigilancia continua con miras a implementar medidas preventivas más efectivas.
jhs