Entre los 15 y 30 años de edad es más común que se presente la alopecia areata, la cual es la pérdida anormal de cabello, asociada con ansiedad, depresión, estrés, piel sensible, vitíligo, lupus y enfermedades de la tiroides, e incluso se ha llegado a encontrar de forma común en pacientes con Síndrome de Down.
Diariamente, todas las personas pierden entre 100 y 150%, pero cuando las células del sistema inmune atacan la raíz del cabello y la destruyen empieza a darse una mayor caída, afectando igual a hombres que a mujeres.
En algunas personas, la pérdida de cabello puede ocurrir después de un suceso importante, ya sea enfermedad, embarazo o traumatismo.
Cerca del 2% de la población tiene alopecia areata, y de ellos entre 10 y 20% se debe a predisposición genética, mientras que del resto se desconocen las causas precisas.
Claudia Ileana Sáenz Corral, dermatóloga del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, recomendó acudir con el especialista antes de cualquier remedio casero, pues hay casos en los cuales pasa más de un año y el cabello no vuelve a poblar la zona afectada.
“Para estos pacientes tenemos tratamientos como la aplicamos esteroides que pueden ser tópicos o inyectados”, añadió en un comunicado de la Secretaría de Salud.
Los tratamientos pueden ser en forma de shampoo, lociones capilares y suplementos alimenticios, sin embargo, en etapas avanzadas es necesario un injerto de pelo o incluso un proceso quirúrgico.
Aunque afectan más al cuero cabelludo, también pueden dañar cejas, pestañas, axilas y vello púbico, y en general este padecimiento conlleva a trastornos psicosociales y afecta la autopercepción.
La especialista especificó que entre 80 y 85% del cabello está en la fase anágena, conjunto de pelos que está fijo y entre 10 y 5% se cae de forma constante.
leg