Me acabo de topar con una gran definición de “mamá”: es quien, a pesar de todos tus fallos y estupideces, te sigue queriendo como si fueras la mejor persona del mundo.
Una felicitación muy cariñosa para todas las madres de México: a las que también son abuelas y a las que se siguen preocupando por ti cuando tienes 40 años, como la mía; a las multitask; a las que son madre y padre al mismo tiempo; a las primerizas; a las que están por ser madres; a las que están buscando serlo y a las que ya no están aquí y que recordamos mucho y profundamente.
Una frase muy de mamá es, “crees que estoy pintada o qué”. Verán que no. La Encuesta Intercensal reportó 48.6 millones de mujeres de 12 años y más en nuestro país. De ellas, 32 millones 700 mil, aproximadamente, son madres. Poco más de 7 de cada 10 madres se encuentran casadas o unidas. Las otras 3, en proporciones muy similares, están separadas o divorciadas, viudas o solteras.
Una de las transformaciones sociales que más llama la atención es la fecundidad. Cuando en los 60´s el promedio de hijos por mujer eran 7, 6 en los 70´s, el INEGI acaba de informar que en el 2018 el promedio de hijos son 2, y sigue la tendencia a la baja.
Otra sentencia muy de madre es “¡y tú crees que a mí me nace el dinero!”. Diversos organismos nacionales e internacionales han fomentado el empoderamiento económico de las mujeres, porque contribuye directamente a la igualdad de género, a la erradicación de la pobreza y al crecimiento económico inclusivo.
La participación económica de las mujeres en América Latina ha aumentado considerablemente, especialmente desde los 80´s. Las estadísticas también nos muestran que cada vez más mujeres no abandonan el mercado laboral después de ser madres, es decir, se mantienen económicamente activas por más tiempo.
Sin embargo, en cuanto a prestaciones y beneficios laborales, aún falta amplio trecho por andar.
Sabemos que las madres trabajan arduamente. Un número amplísimo lo hacen en casa, y por lo general no son remuneradas formalmente. De las que sí se encuentran en un trabajo formal, la mayor parte son empleadas, es decir, el negocio no es suyo. Sólo 3 de cada 100 son empleadoras y 25 de cada 100 trabajan por su cuenta.
De las mujeres empleadas, oficialmente remuneradas, 41% recibe aguinaldo y 35% tiene vacaciones con goce de sueldo. Sólo una de cada 10 recibe reparto de utilidades. Y, ojo, casi 21 de cada cien, oficialmente empleada, no recibe ninguna prestación.
El fondo de retiro y los créditos de vivienda son las dos prestaciones que más madres tienen, pero no son más de 3 de cada 10 quienes lo obtienen. Del otro lado están los cuidados maternos, los seguros de gastos médicos mayores o el servicio de guarderías, beneficios que tienen menos de 12 de cada 100 madres.
Para que no nos echen en cara el “ya van a empezar con a ti que me diste tu vida, tu amor y tu espacio, pero todo el año no lavan ni un plato”, quisimos traer estos números que ayudan para que los gobiernos ─más que aprovechar el Día de las Madres para regalar tortas o planchas con tufo electoral─ generen políticas públicas que faciliten a las mujeres ser madre y poderse desarrollar como ellas quieran, sin tener que ser, además, superwoman para conseguirlo.
TFA