Durante las últimas 48 horas se han registrado en las calles la Ciudad de México, balaceras, ejecuciones y encobijados que dejaron -de acuerdo con los medios de comunicación especializados en el tema-, más de una docena de personas sin vida, lo que ha incrementado la sensación de inseguridad y confirma que atravesamos el periodo más violento de la historia moderna.
Llama la atención que las cifras oficiales registran menos muertes de las que realmente ocurren. Esto se puede comprobar con datos de este mismo martes cuando por lo menos hubo ocho, sin embargo, en el Reporte diario de homicidios del gobierno federal http://informeseguridad.cns.gob.mx/ solo reportan cuatro víctimas.
Las cifras, balances y registros dedicados a llevar la cuenta de la incidencia delictiva en la capital del país y en todo el territorio nacional señalan un alza histórica en los primeros cinco meses de la administración de Andrés Manuel López Obrador, por lo que el argumento de “yo tengo otros datos” no es suficiente para devolverle la confianza a la población de salir a las calles sin la angustia de pasar a formar parte de las estadísticas.
Los argumentos de “heredamos corrupción e impunidad” y “tenemos controlada la situación” servirán de poco para disminuir los elevados índices delictivos que van al alza. Tampoco los anuncios del envío de la Guardia Nacional para pacificar las zonas conflictivas ni mucho menos los exhortos mañaneros a las mamás para que lleven por el camino del bien a sus hijos.
De acuerdo a Notimex, en los primeros cuatro meses del año se han registrado 546 homicidios dolosos en la Ciudad de México, lo que representa un aumento de 20.52% respecto al mismo lapso de 2018 y de 50.41% comparado con igual periodo de 2017.
El recuento de la agencia de noticias del gobierno federal destaca que Iztapalapa es la alcaldía en la que se han registrado 121 homicidios, seguida de Gustavo A. Madero con 76 y Álvaro Obregón con 43, mientras que las colonias más afectadas en lo que va del año son Morelos con 14 reportes de este delito, Lomas de San Lorenzo con siete y Centro y San Miguel Teotongo, con seis casos cada una.
Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, pronostica que este 2019 terminará como el año más violento de nuestra historia contemporánea, ya que la incidencia de homicidios, secuestros, extorsiones, violaciones y robos parece mantener su comportamiento al alza.
Y va más allá al advertir que el Plan Nacional de Desarrollo está mal delineado por lo menos en los temas de seguridad y justicia, por lo que debe ser reestructurado, de lo contrario, sentenció, no llegaremos a la reducción de delitos planteada en el documento, y por el contrario sufriremos muchos más delitos que en 2018.
En ese mismo sentido, un articulo de The New York Times sostiene que el homicidio en México es más complejo que la guerra contra el narcotráfico (eje central de sus antecesores), o que la lucha contra el huachicoleo. Y, aunque la corrupción y sobre todo la impunidad sean incentivos para el asesinato, tampoco lo explican todo. Concluye con esta frase: “No existen soluciones mágicas, ni siquiera rápidas, porque la violencia en México ya forma parte de su ser”.