Esta semana, senadores y diputados tratarán de conformar un nuevo periodo extraordinario en el cual tendrán como objetivo llegar a los consensos necesarios para aprobar las leyes secundarias en materia de Guardia Nacional.
Y es que no hay que olvidar que el mayor problema que hay entre las bancadas sigue siendo la denominada transferencia de elementos del Ejército y de la Marina a la Guardia Nacional.
La propuesta tanto de la bancada de Morena como del gobierno de López Obrador es que 50 mil elementos de las Fuerzas Armadas sean transferidos sin la necesidad de pedir licencia y que, por tanto, sólo sean comisionados, lo cual para ellos agilizaría su conformación.
Y es que las bancadas del PRI y del PAN han expuesto que parte de los acuerdos para votar por la creación de la Guardia Nacional era justamente que los elementos de las Fuerzas Armadas pidieran licencia para poder operar en este nuevo cuerpo de seguridad.
Parte de este acuerdo del que hablan las bancadas es que el hecho de que pidan licencia los elementos del Ejército y de la Marina provocará que exista un cuerpo policiaco y de seguridad sin militares en activo, lo cual, a su vez, hará que sirvan a una sola autoridad.
En tanto las organizaciones de la sociedad civil han criticado que para las leyes secundarias los legisladores no los han llamado al diálogo, y por ello ha faltado una transparencia en la forma en que operará de fondo la Guardia Nacional.
Hay que recordar que las cuatro normas que faltan por aprobarse son: Ley de la Guardia Nacional, Ley Nacional del Registro de Detenciones, Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza y Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP). Parte de la discusión hasta el momento también tiene que ver con la falta de consenso en el posible registro de migrantes asegurados y varios puntos sobre el uso de la fuerza.
En otros temas habrá que estar pendientes al reportaje que publicará esta semana Mexicanos contra la Corrupción, en el que revelarán cómo es que un grupo de empresas manejadas durante años por la familia de Carlos Lomelí Bolaños, hoy superdelegado en Jalisco, han formado parte de una red de empresas que venden medicamentos a Gobiernos.
Esas compañías ya reciben contratos de la actual administración federal. Y quienes han fungido como socios y apoderados de éstas, en su momento, participaron también en las farmacéuticas de Carlos Lomelí. Esta red administrada por parientes y amigos del morenista comparte otra cosa con las factorías del funcionario: la mayoría están ubicadas en el mismo parque industrial. Lo interesante del reportaje es que varias de estas empresas ya ganaron contratos vinculados a las actividades del superdelegado, y muchas de ellas no aparecen en su declaración 3 de 3 en la parte de conflicto de interés.
Otro escándalo que está por salir es la forma en que la empresa Cosmopolitana ha logrado obtener más de 12 contratos en la actual administración, más de la mitad han sido por adjudicación directa. Parece que los dueños de la Cosmopolitana, además de traer monopolio en el reparto de comidas, han presumido de más sus relaciones con la actual administración, de la que intentan se les otorgue de nuevo los contratos de los penales federales para dar alimentos a los presos.