Los productores mexicanos impusieron una solicitud de amparo ante un juez de Nueva York, Estados Unidos, para dejar de pagar el arancel a las exportaciones de tomate, confirmó el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega Valladolid.

 

El Departamento de Comercio de Estados Unidos eliminó la aplicación del acuerdo de suspensión a la investigación antidumping a las exportaciones mexicanas del producto el pasado 7 de mayo, lo que condujo a imponer una cuota compensatoria de 17.5%.

 

Ese gravamen debe cubrirse como garantía para realizar los envíos del producto al otro lado de la frontera del norte, donde uno de cada dos tomates que se consumen son de México.

 

De la Vega Valladolid aclaró que es una solicitud de amparo del sector privado mexicano contra el gobierno estadounidense, independientemente de las negociaciones a las que se sumó la Secretaría de Economía (SE) en días pasados.

 

Detalló que el recurso legal fue presentado por los representantes de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida, la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa y de Baja California, a través de la asesoría de sus abogados.

 

Al término de la inauguración de la Convención Nacional de Industriales, organizado por la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), dijo que los productores se encuentran a la espera de una respuesta sobre el amparo y confió en que en cuestión de días se resuelva esta situación en buenos términos.

 

La negociación de ninguna manera debe enturbiar la relación entre México y Estados Unidos, sobre todo cuando en días pasados fueron eliminados los aranceles al acero y al aluminio. “Es tan fuerte la relación que nos mandan granos y carne que no vamos a empezar con cuotas, aranceles. En muy breve tiempo Estados Unidos y México se ponen de acuerdo en el tema del jitomate”, reiteró.

 

Para el dirigente agropecuario, la controversia comercial debió solucionarse en marzo de 2017, pero “dejaron correr el tiempo” e incluso por las conversaciones para modernizar el nuevo acuerdo comercial de Norteamérica, y después fue usado como una medida de presión política por parte de aquel gobierno.

 

Anticipó que en noviembre próximo “estaríamos poniéndonos de acuerdo en el tema del azúcar con Estados Unidos”, que es otro asunto pendiente entre los dos países.

gac