El subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Zoé Robledo Aburto, dijo que en el nuevo régimen esta dependencia tiene el propósito de ser un árbitro de la sociedad que, sin interferencias, dialoga con todos los actores sociales.
Entre ellos, los sindicatos, los movimientos campesinos y territoriales y las consultas ciudadanas, que constituyen la construcción de un Estado de derecho que ahora parte precisamente del diálogo.
En el marco del congreso: Análisis de las políticas públicas del gobierno Federal 2018-2024, que organiza la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que dicho diálogo contempla el respeto al Gobierno federal, integrado por los tres Poderes de la Unión, a los municipios y a los estados, y reconoce la existencia de órganos autónomos.
El funcionario federal afirmó que desde 1997 no había en México un gobierno unificado en las cámaras legislativas, como ahora, que tiene mayoría simple; señaló que a pesar de ello, para aprobar leyes como la de la Guardia Nacional se ha buscado el consenso, “no porque se necesite, sino porque no puede o no debe haber cálculos políticos ni negociaciones en materia de seguridad”.
A 171 días de la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador al Gobierno de la República, dijo que se avanza bien: “El cambio de régimen tiene una nueva dinámica en el ejercicio del poder”.
Robledo Aburto señaló que no se quieren cometer errores como los de la alternancia partidista, que por estar en la contemplación y en otros temas perdió grandes oportunidades, por eso en su actuar la presente administración a veces parece que tiene mucha prisa.
Durante la mesa, Democracia, Pesos y contrapesos en la nueva administración federal, señaló que la Secretaría de Gobernación tuvo un profundo rediseño institucional que quitó de su ámbito las tareas de seguridad pública.
“La separación no es como una cirugía de apéndice, sino un rediseño más profundo: regresar a la arqueología institucional de la Secretaría de Gobernación para mantener las relaciones internas del gobierno con los gobiernos locales y sus poderes”, manifestó.
Dijo que, por primera vez, el Poder Legislativo federal va a tener una participación directa en las observaciones al Plan Nacional de Desarrollo, el cual es un documento político, más que procedimental o de carácter jurídico.
Zoé Robledo sostuvo que otro cambio importante en el nuevo gobierno es que no hay una lógica de disciplina partidista, ni un filtro para la presentación de iniciativas en el Congreso de la Unión, como sí lo hubo el sexenio pasado.
“No hay control sobre la agenda legislativa, por eso hay tantas iniciativas, y creo que es algo positivo, mucho mejor que los ‘arreglos’ que se tenían antes”, indicó.
CS