El secretario de Hacienda, Carlos Urzúa Macías, afirmó que la economía mexicana tiene buenos fundamentos macroeconómicos y finanzas públicas muy sanas, pero el lento avance de la inversión está frenando el crecimiento.
Durante un foro organizado por la Americas Society/Council of the Americas (AS/COA), resaltó que la economía nacional cuenta con buenos fundamentos macroeconómicos, característica reconocida por todos los organismos internacionales.
“El pilar para asegurar estabilidad macroeconómica son las finanzas públicas sanas y el compromiso del gobierno federal de mantener una disciplina fiscal”.
En el evento “Impulsando el potencial económico de México: Una nueva visión para la inversión y el desarrollo económico”, ratificó que con el objetivo de lograr un superávit primario de 1.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) será posible mantener la deuda en alrededor de 45% del PIB.
Con los resultados al primer trimestre del año, afirmó, “las finanzas en este momento están muy sanas”, pues el superávit primario fue de 98 mil millones de pesos, los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) y el déficit fiscal fueron menores a lo proyectado.
Señaló que uno de los principales factores que ha frenado el crecimiento en México ha sido el lento avance de la inversión, lo cual sucede en la mayoría de los países del mundo.
Por ello, dijo, una de las prioridades de la actual administración es impulsar la inversión, lo que se logrará mejorando el acceso al financiamiento, fortaleciendo el Estado de derecho y combatiendo eficazmente a la corrupción.
Asimismo, la banca de desarrollo impulsará la inversión privada en sectores de la economía con amplio potencial de crecimiento, como el sector agroalimentario, la industria automotriz, aeronáutica, turismo, o minería.
Urzúa Macías mencionó además que la confianza empresarial en México muestra incrementos, y la Inversión Extranjera Directa (IED) se ha venido recuperando.
“Creemos firmemente que tanto la inversión extranjera como la nacional mejorarán con la ratificación del T-MEC, con la resolución de las tensiones comerciales internacionales y con un posible reacomodo de las cadenas globales hacia México”.
Indicó que existen dos riesgos principales de un escalamiento de conflictos comerciales, primero un efecto negativo sobre el comercio mundial y, por ende, un menor crecimiento económico.
Así como la potencial disrupción de las cadenas de valor a nivel mundial y el aplazamiento de las decisiones de inversión, factores que pueden tener un efecto negativo sobre la economía mexicana, al afectar al sector externo.
No obstante, en el mediano plazo, los cambios que pueden generarse en la conformación de las cadenas de valor pueden representar un reto, pero también una oportunidad para que México aproveche sus ventajas competitivas para generar mayor valor en estas cadenas.
Destacó que México es ya el socio comercial más importante de Estados Unidos y, con la pronta ratificación del T-MEC, se abrirá la puerta a muchas oportunidades, en especial en el sector de la manufactura.
Los compromisos del gobierno de México estarán guiados por los principios de austeridad, honestidad y combate a la corrupción, reiteró el secretario de Hacienda.
“Esta administración seguirá trabajando para garantizar la libertad y la competencia en el mercado interno, promover el desarrollo económico y la adopción de políticas que fomenten la equidad y una mejor asignación de los recursos públicos”, añadió.
MGL