La renuncia de Germán Martínez Cázares a la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no sólo dejó evidencia de que en el Gobierno de la cuarta transformación no todo es miel sobre hojuelas y que la realidad comienza a erosionar el camino de las buenas intenciones.
El sismo causado por la carta de renuncia se sintió en varias latitudes del Gobierno; empezó por la constancia de que desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se planean, dictan, administran e imponen las directrices de una austeridad sin fronteras legales ni criterios específicos, hasta la exhibición del mayoriteo legislativo, en que los límites de la separación de poderes se difuminan y extravían, junto con el fuero de un líder sindical en ascenso.
Las acusaciones de Martínez Cázares al titular de Hacienda, Carlos Urzúa, o a su oficial mayor, Raquel Buenrostro, a quienes muchos señalan como la mano que maniobra la tijera de la austeridad, no son menores, pues serían sujetas a investigación y sanciones por violar la Ley del Seguro Social y su carácter tripartita, que debería encabezar la secretaria de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval.
La posible acción de la SFP queda en terreno de lo imposible cuando ni el Poder Legislativo tiene la capacidad de citar a dar explicaciones a Urzúa.
Ayer, un día después de que se hizo pública la carta del ex director del IMSS, la oposición en la Comisión Permanente del Congreso presentó un Punto de Acuerdo para llamar a la comparecencia, lo que por la mayoría de votos de legisladores de Morena se envió para su análisis a comisiones, es decir, que habrá que esperar sentados y con muchísima paciencia, pues eso podría suceder cuando los “austeros ajustes” hayan ocasionado el colapso de la atención médica o se haya demostrado que todo se trató de un complot de los conservadores adversarios del Gobierno en turno.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador se limitó a expresar su respeto a la postura y su disentimiento respecto a los argumentos, sin ofrecer ninguna cifra, dato o información adicional que desmienta el riesgo denunciado o pruebe la existencia de una planeación estratégica con la que se pueda alcanzar la promesa de ofrecer servicios de salud universales y gratuitos, y no sólo garantizar la viabilidad de los servicios que ofrece el IMSS a millones de mexicanos.
El destino de Martínez Cázares se reveló ayer cuando, a través de sus redes sociales, el presidente del Senado, Martí Batres, dio a conocer su reincorporación a las funciones legislativas, mientras que unas horas más tarde, la dirigente morenista, Yeidckol Polevnsky, publicó una fotografía en la que expresó su “gusto ante el compromiso, pasión y entrega con el proyecto de la cuarta transformación” del ex panista.
La certeza del futuro no será la misma para el suplente de Martínez Cázarez en el Senado, el líder gremial Pedro Haces, quien tendrá que ceder el escaño, pero también el campo de acción a Napoleón Gómez Urrutia en el trayecto hacia la construcción de nuevas centrales obreras leales al Gobierno. O tal vez pueda tener mayor libertad para consolidar la CATEM, confederación que rivalizaría con el gremio del dirigente minero, cuyos objetivos también apuntan a debilitar a la CTM.