Institutos Nacionales de Salud presentaron a legisladores un diagnóstico con las “consecuencias generales” de recortes presupuestales y de la reorganización a su interior.
Los hospitales señalaron, por ejemplo, una reducción al 50% de cirugías de alta especialidad, riesgo de incremento de infecciones nosocomiales y retrasos en la atención especializada en el Hospital Infantil de México, hasta repercusiones negativas en el clima laboral en el Instituto Nacional de Perinatología.
En el documento, el Hospital Infantil de México “Federico Gómez” señaló la afectación en el servicio de estudios de alta especialidad y tratamientos múltiples de pacientes oncológicos, y acusó la falta de óxido nítrico, indispensable para salvar la vida de neonatos con hipertensión pulmonar grave, así como la desaparición del Centro de Mezclas para la alimentación parenteral.
El Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez” advirtió que la baja de 68 por ciento en el presupuesto para suplencias vuelve insuficiente el personal de hospitalización, urgencias y laboratorio, y reduce las horas de asignación de quirófano al disminuir los tiempos y procedimientos quirúrgicos, reduciendo la capacidad de respuesta ante requerimientos de alta especialidad.
Por su parte, el Instituto Nacional de Cancerología señaló la falta de recursos para pago de suplencias, y argumentó que sin el personal se ponen en riesgo programas de detección temprana de tumores.
El Hospital General “Dr. Manuel Gea González” reportó el recorte de presupuesto para suplencias, guardias y servicios subrogados, así como una reducción crítica de trabajadores, por lo que resulta insuficiente el personal de enfermería, técnicos de rayos X, químicos, laboratoristas, patología, inhaloterapia y trabajo social.
Entre las consecuencias, ese nosocomio advierte el riesgo de aumento de las infecciones nosocomiales, retraso en atención especializada y rezado en cirugías programadas, y agregó que para diciembre estaría imposibilitado para contratar servicio de mezclas para la nutrición parenteral.
Entre las afectaciones que reporta el Instituto Nacional de Geriatría al disminuir su presupuesto está la imposibilidad de contratación de personal, y de que los investigadores mejoren su salario que tiene un importante rezago, por lo que ve un riesgo de deserción y baja en la productividad.
El Instituto Nacional de Salud Pública refirió una reducción de 69 por ciento para subcontratación de servicios con terceros, así como la baja de 30 por ciento para combustibles y servicios administrativos, lo que pone en riesgo las actividades que requieren transporte en las tres sedes de Cuernavaca, Ciudad de México y Tapachula.
Para el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, la principal consecuencia es el deterioro del clima laboral. Mientras que para el Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes” la afectación está en la reducción de plazas de estructura orgánica, y la baja de 50 por ciento del presupuesto para subcontratación de servicios de terceros.
Indicó que entre las repercusiones está el desabasto de medicamento y material de curación, el incremento en el riesgo de infecciones asociadas a la atención a la salud, el impacto negativo en la morbimortalidad neonatal por falta de nutrición parenteral.
El Instituto Nacional de Pediatría precisó que cuenta con 200 suplencias y el 70 por ciento son del área médica, enfermería, médicos especialistas con competencias específicas y químicos, por lo que dejar de contratar suplencias implica no contar con el personal indispensable y competente para la prestación efectiva de los servicios médicos.
La falta de recursos implica el cierre de salas y servicios prioritarios, advirtió, como es Urgencias, trasplantes de médula ósea y de riñón, de aplicación de quimioterapia e inmunología. A eso se suma que se provocaría un retraso en la aceptación de pacientes con enfermedades complejas, afectando hasta 30 por ciento de la capacidad de atención.
Planteó que el instituto vería limitada su capacidad para realizar trasplantes, a lo que se suma un déficit presupuestal para la compra de medicamentos, material de curación, reactivos y mantenimiento de infraestructura, derivado del tipo de pacientes que se atienden en el tercer nivel.
Por su parte, el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” planteó que tiene una partida deficitaria, y la reducción de 50 por ciento en la subcontratación de servicios de terceros impacta en los servicios profesionales de anestesiología, para la aplicación de terapia eléctrica, entre otros.
El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” coincidió en la falta de recursos para suplencias que deriva en la falta de personal en áreas sustantivos, más en los turnos vespertinos y nocturnos, lo que puede repercutir en el control de infecciones nosocomiales, seguimiento de tratamientos y cuidado del paciente hospitalizado.
Puntualizó que también se imposibilita la atención de pacientes de consulta ambulatoria, hospitalización, estudios de gabinete y laboratorio de urgencias, radioterapia, quimioterapia y trasplantes, entre otros.
fahl