El Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) busca firmar un convenio con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para la planeación y construcción del Tren Maya, a través de las mejores metodologías y respaldar la obra en sus distintas fases.
“La nueva administración está comprometida con la mayor participación de la ingeniería mexicana, por lo que en breve revisaremos este acuerdo, para que el colegio le dé seguimiento a este proyecto”, dijo el director general de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons.
Durante la conferencia “La estrategia Fonatur-Tren Maya, en sesión de Diálogo con Ingenieros”, consideró que México hizo mal en dejar a un lado la infraestructura ferroviaria, que significó un congestionamiento en la red carretera.
“Una consecuencia de esta política es la ausencia de ingenieros jóvenes con conocimientos en vías férreas”, y a mucha gente se le ha olvidado lo que pueden hacer los ingenieros mexicanos.
El Tren Maya es un proyecto para movilizar pasajeros, carga y turismo que fue concebido hace tiempo y que hoy cuenta con el apoyo de instituciones científicas, con el fin de ejecutar su construcción con apego a las mejores prácticas y preservación de la biosfera, sostuvo el funcionario.
Mencionó que se construirá en siete tramos, con un costo aproximado por sección de mil millones de dólares, y serán licitados a través de Asociaciones Público Privadas.
El proyecto, expuso, ha generado gran apetito entre inversionistas como Goldman Sachs y Balckrock, entre otros.
“Creemos que el equipo estará rodando ya para 2023. El Estado mexicano se queda con la rectoría del proyecto, lo que es una muestra fehaciente de lo que es la cuarta transformación”.
Recordó que el Tren Maya tendrá una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora y se alimentará de biodiesel, los contratos serán por disponibilidad, además de que el ganador de una licitación contará con tres años y medio para terminar su tramo.
CS