El deslizamiento en un pozo de la parte norte de la mina de Gongo Soco, ubicada en Barón de Cocais, en el estado brasileño de Minas Gerais, subió hoy a 19 centímetros en un punto crítico, lo que aumenta el riego de un colapso en una represa aledaña este mismo sábado, justo cuando se cumplen cuatro meses de tragedia en Brumadinho.
La Agencia de Nacional de Minería (ANM) alertó que el movimiento de la pendiente puede provocar en cualquier momento el rompimiento de la represa, propiedad de la minera Vale.
La velocidad media de deformación en todo el talud norte alcanzó los 14.2 centímetros por día. La rapidez del desplazamiento va en aumento desde abril pasado, cuando comenzó a moverse unos cinco centímetros, informó la Agencia Brasil, que citó datos de la ANM.
Según las proyecciones de las autoridades y de la minera a ese ritmo este sábado podría ocurrir un colapso la ladera norte de la represa.
Datos de la ANM mostraron que el talud norte de Gongo Soco se desplazaba 10 centímetros por año desde 2012, un número aceptable dada la dimensión de la estructura, pero este año comenzó a acelerar su movimiento hasta alcanzar este sábado los 19 centímetros.
Las autoridades y la minera indicaron que la preocupación por el derrumbe del talud radica en que la vibración causada sea suficiente para romper la represa, que se encuentra a 1.5 kilómetros del pozo, lo que desataría un torrente de lodo que arrasaría con todo a su paso.
Autoridades de Minas Gerais informaron que unos 450 residentes de Barón de Cocais fueron desalojados, mientras que el 18 de mayo pasado la minera realizó un simulacro de evacuación en la zona , ante el riesgo de un colapso de la represa.
Este sábado se cumplen cuatro meses que la ruptura de la presa de Brumadinho, en Mina Gerais, también propiedad de la minera Vale, que causó la muerte a 242 personas, mientras que otras 28 continúan desaparecidas.
En la zona se registró uno de los peores desastres ambientales, y hasta la fecha aún siguen las operaciones de rescate.
CS