Tras diversas polémicas al respecto, hace un par de días la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el trastorno de videojuegos como enfermedad.
Este trastorno fue descrito a mediados de 2018 como un patrón de comportamiento caracterizado por un descontrol sobre los videojuegos, un incremento en la prioridad hacia este entretenimiento por encima de otras actividades, y la continuación o intensificación del juego a pesar de la aparición de consecuencias negativas.
Basados en el consenso de varios especialistas de diferentes áreas y disciplinas y análisis de evidencia, los 194 miembros de la OMS reconocieron dicho trastorno como enfermedad.
Los responsables concluyeron que formará parte de la onceava revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), la cual entrará en vigor el primer día del año 2022.
La inclusión en la CIE ayudará a desarrollar programas para el tratamiento del problema, y permitirá a expertos de la salud concentrarse en los riesgos que el trastorno conlleva, lo cual daría mejores medidas de prevención y tratamiento.
El extra:
Para diagnosticar el trastorno del juego, el patrón de comportamiento debe resultar en un deterioro en las áreas de funcionamiento personales, familiares, sociales, educativas, ocupacionales u otras áreas de funcionamiento, y normalmente habría sido evidente durante al menos 12 meses.
LEG